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Por Andrés Méndez.- Recientemente, en Costa Rica se realizó el seminario sobre las posibilidades de incorporar la agricultura de precisión en la agricultura familiar en los países de América Latina y el Caribe. El evento fue organizado por IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura), FAO y CEPAL (Comisión Económica para América latina).
 
El objetivo fue realizar un documento sobre las propuestas para incorporar tecnología en estos productores.
 
En el caso de Costa Rica, que es un país tres veces más pequeño que la provincia de Córdoba, posee 4.500.000 de habitantes y su geografía es montañosa, donde la variabilidad se expresa de manera muy marcada en el rendimiento de los cultivos.
 
Los campos son menores a las 10 hectáreas de tamaño y en la mayoría de los casos son de menos de 3 hectáreas. La producción es horticultura y frutas como mango, papaya, ananá, banana.
 
La problemática de los productores es que cada día se les encarecen los insumos y el costo de vida y, por lo general, su producción se paga menos o posee mayores requerimientos para poder comercializarse. Esta problemática es muy común en prácticamente los 38 países que integran el IICA.
 
Luego de las disertaciones donde se mostraron los beneficios del trabajar con tecnologías de agricultura de precisión en diferentes países como la Argentina, Brasil, Chile, EE.UU. y México, se concluyó que la producción de estas pequeñas escalas es importante la mejora en la eficiencia de aplicación de dosis por ambientes para mejorar las calidades de lo producido, bajar la cantidad de insumos sin que merme la calidad de los productos para la digitalización del sistema, que permitiría conocer qué producto hace cada productor y, si tiene algún problema dado por el clima u otros imprevistos, saber cómo se deben guiar los subsidios.
 
Por ello, habría que tener protocolos de trabajo para cada una de las producciones que se realizan en la agricultura familiar que brindarán puntos a seguir a cada una de las producciones, capacitar a capacitadores sobre la metodología de aplicación de la agricultura de precisión en pequeños productores e introducir el uso de imágenes satelitales, de nano satélites o imágenes obtenidas de drones para conocer cómo se va expresando el crecimiento de los cultivos. También armar cooperativas entre productores para lograr mejorar la compra de insumos, la compra de maquinaria grupal, mejora de las calidades y la comercialización de los productos, buscar mejorar la relación del precio que se le paga al productor y lo que paga el consumidor en góndola, lograr la inserción de tecnologías en la juventud para que no se vayan del campo y digitalizar el sistema.
 
Conociendo la actualidad de la agricultura familiar más allá de la preocupación de algunos organismos e instituciones se nota que lo que esperan este tipo de productores es un gesto de aprobación de la clase política, donde se reconozca la importancia de su existencia y se les pueda brindar mayor control en la comercialización entre lo que se paga a campo y vende en góndola. Como así también mayor presencia del Estado brindando subsidios para la incorporación de tecnologías que mejoren la producción.