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Con los valores actuales el único cultivo de fina capaz de generar caja a fin de año en la zona sudeste bonaerense es la cebada cervecera. Tanto la forrajera como el trigo pan quedaron relegados en campos arrendados.
 
A comienzos de mayo de este año –en plena siembra fina– el precio del forward de trigo 2016/17 condición cámara con entrega en Necochea rondaba los 160 u$s/tonelada, mientras que la cebada forrajera y cervecera nueva (con entrega en diciembre/enero 2017) se podía vender a valores anticipados de 130 y 165 u$s/tonelada. Con esas referencias se armaron la mayor parte de las presupuestaciones.
 
En la actualidad el panorama es bastante diferente: el precio del trigo –siempre con entrega en cosecha en Necochea– se pinchó para ubicarse en 150 u$s/tonelada, al tiempo que la cebada forrajera se mantuvo en 130 u$s/tonelada y la forrajera trepó hasta los 180 u$s/tonelada.
 
Un trigo con un buen paquete tecnológico sembrado en un campo de buena aptitud (sin tosca) en la zona sudeste bonaerense con un costo directo del orden de 400 u$s/ha, un arrendamiento (o costo de oportunidad de la tierra) de 280 u$s/ha y un servicio de gerenciamiento de 30 u$s/ha, necesita –con los precios actuales– un rinde del orden de 55 qq/ha para cubrir los costos.
 
Con un valor de la soja 2016/17 actual del orden de 250 u$s/tonelada, se requerirá que los rindes del cultivo de segunda sean excepcionales para poder ganar algo de dinero en campo alquilado con el doble cultivo.
 
Todo indica que nuevamente en esta campaña el negocio del trigo consistirá en analizar partidas, seleccionar aquellas que muestren los mejores parámetros de calidad y guardarlas el tiempo que sea necesario hasta que aparezcan oportunidades comerciales. Los que estén apurados por hacer caja con el cultivo en cosecha se llevarán la peor parte.
 
Sin embargo, con los precios actuales esperados a cosecha, el doble cultivo cebada cervecera/soja de segunda es el que muestra –por el momento– los mejores niveles de renta esperada (con un margen neto, considerando también un alquiler de 250 u$s/ha, del orden de 200 u$s/ha para aquellos que logren cosechar la calidad requerida por malterías).
 
Pero si la ruleta climática no juega a favor y la cosecha debe venderse como cebada forrajera, entonces –al igual que el trigo– el cultivo tendrá altas probabilidades, con los valores actuales, de generar pérdidas.