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Por Favio Ré.- Uno de los datos que constituye un botón de muestra del cambio de expectativas que vive el sector agropecuario es la mayor adopción de tecnología por parte de los productores, algo que se refleja, por ejemplo, en el crecimiento de las ventas de fitosanitarios y fertilizantes.
 
Sin embargo, esta recuperación también acarrea sus riesgos: según la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), gran parte del incremento se debe a mayores importaciones de agroquímicos que no tendrían un control exhaustivo como sí tienen los productos locales.
 
El dato fue aportado por Marco Prenna, presidente de Ciafa, que estuvo en Córdoba para una reunión de la entidad con Stoller como anfitrión y luego firmó un convenio de cooperación con el Ministerio de Agricultura. En ese marco, mantuvo una entrevista con Agrovoz en el que contó sobre este reclamo que están haciendo ante las autoridades del Gobierno nacional.
 
 
–Se habla de un cambio de expectativas en el agro. Desde Ciafa, ¿cómo lo están viendo?
 
–Realmente hay un cambio de expectativas notable. A partir de noviembre del año pasado se empezó a notar una mayor demanda de todo lo que tiene que ver con tecnologías para el agro. Y lo que se vio en cultivos fue un crecimiento del área de trigo y también se espera un importante crecimiento en maíz. Pero no sólo el crecimiento del área sino en el uso de tecnologías es lo que nos alienta y nos hace pensar que se vienen mejores años, para el sector agropecuario y para nosotros como proveedores de tecnología.
 
 
–¿Cuál es la estimación puntual de crecimiento?
 
–Como indicadores, tenemos por ejemplo datos de crecimiento en el uso de análisis de suelos, una actividad relativamente sencilla y barata pero que en los últimos años venía decayendo por el desánimo y los problemas económicos de los productores, y este año ya vemos un 30 por ciento de aumento. Y en lo que hace al uso de fertilizantes, llevamos en lo que va del año alrededor de un 35 por ciento de incremento, que si bien es una recuperación porque habíamos llegado a niveles muy bajos, es muy importante para ser el primer año desde los cambios en las retenciones.
 
 
–¿Esas medidas fueron clave?
 
–Sí, sólo por el cambio de rotaciones, con un mayor porcentaje de trigo o maíz, se genera un mayor uso de nutrientes. Además, la soja, que el cultivo de mayor extensión, es el que menos se viene fertilizando y creemos que se tiene que incrementar la aplicación de nutrientes, fundamentalmente fósforo y azufre. Claramente esto tiene que crecer.
 
Fitosanitarios
 
–Ciafa también nuclea empresas que se dedican a los fitosanitarios. ¿Qué están viendo en ese aspecto?
 
–Estamos muy cerca de la sanción definitiva de la Ley de recuperación de envases, que implicará un sistema integral para poder recuperarlos; y también está en curso una nueva ley integral de fitosanitarios, que reemplace la resolución 150, y que apunta principalmente al modo de registro de los productos. Además, estamos muy abocados al tema del buen uso de los agroquímicos, y que sean bien controlados desde el registro en Senasa hasta los controles finales. Al respecto, le estamos pidiendo a las autoridades medidas de aplicación rápida en lo que se refiere a productos llegados desde el exterior, fundamentalmente China.
 
 
–¿Qué problema hay con las importaciones?
 
–Hay un crecimiento del 22 por ciento del ingreso de estos productos ya terminados, producto del incentivo que hay en otros países, como China, para su exportación. Allí hay muchas plantas, Senasa tiene registradas 500, y creemos que hay poca capacidad de control o insuficiente, lo que deja en desventaja a las empresas locales porque todo el control recae sobre nosotros. Está entrando mucho producto terminado sin el suficiente control, y en fitosanitarios es un tema muy sensible en cuanto a calidad, seguridad y temas ambientales. Por eso trabajamos fuerte y pedimos medidas a los ministerios de Producción y Agroindustria.
 
–¿Cuál es el reclamo concretamente?
 
–Pedimos un buen control de las importaciones, porque estamos viendo un crecimiento que afecta a las industrias locales y una cuestión injusta o asimétrica en lo que hace a los controles y estándares a los que nos sometemos las empresas locales respecto de los que deberían someterse las extranjeras. La industria de fitosanitarios y fertilizantes, tiene muchos años de desarrollo, mucho personal involucrado, 6.000 empleos directos y 15.000 indirectos, y para el sector agropecuario es importante contar con estos proveedores locales, que desarrollan tecnologías cerca del productor, bien específicas para sus necesidades, con capacidad para brindar soporte pre y post venta.
 
Conflictos campo-ciudad
 
–¿Qué posición tienen sobre los conflictos en las zonas peri-urbanas por la aplicación de plaguicidas?
 
–Lo que vemos como sector es que dejamos un espacio sin ocupar en cuanto a la comunicación, y se generó mucha confusión. Toda la paleta de productos debidamente aprobados por Senasa, si son bien utilizados, no implican riesgos. Entonces es ahí donde debemos ser más proactivos en explicar a la comunidad la importancia de nuestro sector en la producción de alimentos.
 
 
–¿Es posible una Ley de Agroquímicos?
 
–Agroindustria está trabajando fuertemente en el tema de las aplicaciones periurbanas, ya hay un par de documentos que fijan recomendaciones de retiros, áreas buffer que hay que dejar en cada caso, para que los municipios tomen como base para hacer ordenanzas que sean razonables desde el punto de vista productivo y ambiental. Quizás falta más difusión y ahí es donde como cámara tenemos un rol importante que ocupar.