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En su campaña para ser presidente, el actual mandatario nacional, Mauricio Macri, les prometió a los productores agropecuarios que bajaría un cinco por ciento por año las retenciones a la soja, además de quitar los derechos de exportación a maíz y trigo.
 
En el primer año, cumplió, pero la segunda quita de cinco por ciento que se esperaba para la oleaginosa este año quedó en stand by, tal como lo reconocieron recientemente el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile; y el jefe de Gabinete de esa cartera, Guillermo Bernaudo, este último durante la jornada Soja con Sustentabilidad del Grupo Agrovoz.
 
En ese mismo encuentro, el analista de mercados Enrique Erize analizó que “mientras para un productor son 20 dólares más o menos, cinco por ciento de retenciones para el Gobierno son 900 millones de dólares (13.500 millones de pesos)”, lo que significa una cifra elevada en el marco de los problemas fiscales que tiene el Estado a raíz del freno a los aumentos de tarifas.
 
Pero el costo fiscal de reducir al 25 por ciento los derechos de exportación que rigen sobre el poroto y al 22 por ciento en las harinas y aceites, serían aún mayores: según un informe difundido por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), alcanzaría casi 17 mil millones de pesos.
 
Preguntas y respuestas
Para intentar aportar claridad al debate que existe entre los productores que reclaman que se cumpla esta promesa y quienes creen que el agro ya recibió suficientes incentivos como para recuperarse, los economistas Julio Calzada y Emilce Terré se formularon cuatro preguntas y sus respectivas respuestas, que se resumen a continuación.
 
1) ¿Cuál sería el costo fiscal de bajar la alícuota de retenciones del complejo sojero?
 
“De acuerdo a nuestras estimaciones, el costo fiscal de la medida podría ser de 16.685 millones de pesos (a valores de hoy), lo cual representaría el 0,7 por ciento del total de la recaudación del Gobierno Nacional para el año 2016. En dólares, estaríamos hablando de cerca de 1.076 millones, aplicando un tipo de cambio 1 dólar= 15,5 pesos”, subrayan los analistas.

Adjuntamos informe en PDF.
 
Además, este costo fiscal representaría el 1,6 por ciento de la recaudación conjunta prevista para el 2016 de los dos principales impuestos nacionales, IVA y Ganancias.
 
2) Si el Gobierno no hubiera eliminado las retenciones al resto de los cultivos, ¿cuál podría haber sido la recaudación total de derechos de exportación a los granos en 2016?
 
El estudio calcula que este guarismo podría haberse situado en 142.000 millones de pesos. “Sin embargo, es lógico pensar también que sin la reducción dispuesta en los DEX no podría crecer demasiado –como finalmente lo hará- la siembra de maíz, trigo y girasol en la presente campaña”, destacan los economistas.
 
3) ¿Cuál fue el costo fiscal real de bajar cinco por ciento las retenciones a la soja y eliminarlas para el resto de los granos?
 
Según Calzada y Terré, la recaudación de derechos de exportación por el complejo sojero llegará a ser en 2016 de aproximadamente 100 mil millones de pesos. En consecuencia, el costo fiscal total ascendería a 42.000 millones de pesos, lo que significa el 1,9 por ciento de la recaudación nacional o el cuatro por ciento de la recaudación de IVA y Ganancias en conjunto.
 
“Son cifras muy razonables y en absoluto siderales. Para aquellos que sostienen que el desfinanciamiento actual del Gobierno Nacional obedece a la eliminación de retenciones al campo, la realidad de esta cifra desmiente totalmente dicha afirmación”, analiza el documento.
 
Además, hay que tener en cuenta que este costo fiscal se va a poder compensar claramente con la mayor área sembrada y rindes, gracias a la aplicación de más y mejor tecnología, que registrarán las cosechas de trigo, maíz, girasol, y más adelante la soja.
 
4) ¿Qué hubiera sucedido si el Gobierno reducía de una sola vez en 10 puntos las retenciones sojeras?
 
“En esta alternativa hipotética, estimamos que la recaudación de DEX del complejo sojero podría haberse situado en el año 2016 en aproximadamente 83.400 millones de pesos. En consecuencia, el costo fiscal de esta supuesta medida (que no se adoptó) podría haber sido de 58.400 millones de pesos. Esta cifra hubiera representado apenas el 2,6 por ciento de la recaudación nacional o el 5,4 por ciento de la suma de la recaudación de IVA y Ganancias. No luce como un costo fiscal irracional, teniendo en cuenta que esta caída en la recaudación se hubiera compensado con mayor producción de granos y aumento en el nivel de actividad económica en general”, concluye el informe de la BCR.