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La canciller Susana Malcorra aseguró este lunes que “hay una oportunidad” para la Argentina y la región latinoamericana de aumentar el intercambio comercial con China, pero remarcó que para ello es preciso “entender dónde están las ventajas competitivas” respecto de ese país que, a su criterio, pasan por “la exportación de alimentos con valor agregado”.
 
“Para mejorar la relación y el vínculo con China, hay que entender dónde están las ventajas competitivas respecto de ese país”, señaló la ministra de Relaciones Exteriores, quien puntualizó que “eso no se resuelve exportando soja o productos básicos, sino armando un esquema de exportación e importación que se monte en una cadena de valor más alta”.
 
Malcorra disertó en el seminario “La industria latinoamericana: ¿cuál es el rol de China?”, que organizaron el Consejo del Atlántico, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
 
Allí, la ministra participó del panel de apertura, en el cual también estuvieron el presidente de la CERA, Enrique Mantilla; el director de la consultora Consejo del Atlántico, Peter Schechter; y el secretario de Transformación Productiva del Ministerio de Producción, Lucio Castro.
 
Malcorra destacó que para mejorar el vínculo con China “hay código de relación y trabajo sumamente diferenciados”, y afirmó que “es fundamental invertir tiempo en eso”.
 
Subrayó que a nivel empresas “debe haber un proceso de inversión en el conocimiento de cómo vincularse con China”, y puntualizó que “comprender su visión estratégica es un diferencial importante en cuanto a su relacionamiento”.
 
“China es consistente y coherente en el largo plazo. Saberlo es muy importante para saber cómo manejar la relación”, sostuvo la canciller, quien puso de relieve que “la seguridad alimentaria es uno de los grandes temas que preocupa a China”.
 
En ese sentido, remarcó que “hay una oportunidad para la región”, porque destacó que “una de las debilidades estructurales de China es una de las fortalezas de Latinoamérica”.
 
“Si comprendemos su visión, sus tiempos y sus oportunidades, entonces se podrá facilitar la relación con China”, afirmó Malcorra, quien señaló que “la integración es un factor importante de fortalecimiento de la vinculación con China”.
 
En ese sentido, advirtió que “la de la región no es una integración fuerte”, con lo cual indicó que “no ayuda a negociar ciertas cosas desde una posición de igual a igual”.
 
En consecuencia, sostuvo que “hay que lograr una participación más integrada en la cadena de valor de la región”.Evaluó Malcorra que “el portafolio de productos en la relación con China es muy limitado”, y consideró que “hay que ampliarlo”.
 
Afirmó que “el Mercosur es importante”, pero destacó que “es obvio que dista mucho de estar a la altura de lo que se necesita” para negociar con China.
 
A su criterio, “se hizo mal y poco para producir una integración que sirva”, y evaluó que “el Mercosur sigue siendo una suma de partes, no un ente integrado que represente una oferta de productos y servicios”.
 
Por su parte, Mantilla consideró que es preciso plantear “cuál es el rol de China en la industria latinoamericana”, y alertó que “el déficit comercial con Argentina se mantiene desproporcionalmente elevado”.
 
El dirigente empresario advirtió que “China está exportando la crisis de sus empresas estatales de industrias básicas, con fuertes subsidios”.
 
Al respecto, señaló que “China es un mercado muy importante, pero también un competidor en Latinoamérica”, y remarcó que “eso afecta a las cadenas de valor regionales y a la creación de espacios de inversión”.
 
Mantilla sostuvo que “si la esencia de la política consiste en buscar formas de crear un futuro, sin dudas, apoyar el desarrollo industrial y exportador de la Argentina es un imperativo categórico”.
 
En tanto, Schechter remarcó que “el impacto del comercio con China tiene implicancias profundas para el crecimiento del la región”, y señaló que “la cuota de exportaciones industriales de Latinoamérica junto con la diversidad en las mismas disminuyeron de manera preocupante”.
 
Al mismo tiempo, señaló que "la cuota del consumo domestico cubierta por los bienes importados crecieron muchísimo".
 
En ese sentido, precisó que “la exportación latinoamericana de bienes complejos con valor agregado disminuyó”, y subrayó que “habría que hacerse la pregunta de si es China el causante de la ralentización de la economía de la región”.
 
El analista puntualizó que “en diciembre la OMC (Organización Mundial del Comercio) podría concederle a China el estatus de economía de mercado”.
 
En este marco, evaluó que “el involucramiento de China con la región es robusto”; y estimó que el gigante asiático “podría convertirse en un socio estratégico para la economía emergente de América latina”.
 
Por su lado, Castro destacó que “China es un socio importante y esencial de la Argentina”, y recordó que ”es el principal destino de las exportaciones” del país.
 
Además, remarcó que China ”se ha convertido en una importante fuente de inversiones”, y subrayó que el gobierno nacional se encuentra abocado a puesta en funcionamiento del Plan Productivo Nacional, que tiene por objetivo “aumentar la competitividad, bajar los costos, y mejorar la infraestructura”.
 
“China plantea un desafío y una oportunidad para Argentina. El desafío está por la integración de China como economía de mercado”, afirmó el funcionario, quien subrayó que “lo que está pasando en China en los últimos años es un cambio estructuralde una economía basada en la exportación, a una economía basada en el consumo”.