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La primera reunión de empresarios del Consejo de las Américas durante la gestión de Mauricio Macri registró un clima relajado y mostró gestos visibles de una relación cordial y amistosa entre Susan Segal, presidenta y CEO del foro de empresarios norteamericanos con intereses en la región, y los principales funcionarios del Gobierno, empezando por el jefe del Gabinete, Marcos Peña , con quien conversó animadamente.
 
Los imponentes salones del Hotel Alvear, en el barrio porteño de Recoleta, sirvieron de antesala a los principales discursos ante un auditorio de cientos empresarios de primera y segunda línea. Allí Peña mantuvo un encuentro cálido y donde todo eran sonrisas y gestos de asentimiento con Segal, en una ronda amable de funcionarios y empresarios del Council.
 
Participaron de ese encuentro de unos 20 minutos el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , y el secretario de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo.
 
 
La titular del Consejo, Segal, había sido una frecuente interlocutora de la ex presidenta Cristina Kirchner durante los años del gobierno kirchnerista y había formulado los más entusiastas elogios hacia la ex primera mandataria, aun cuando la relación entre los Kirchner y el gobierno de los Estados Unidos pasaba por su peor crisis. Sin embargo, los vientos cambiaron dramáticamente.
 
Por ello los empresarios notaron un giro en Segal, que hoy se animó a decir que el gobierno de Macri “restableció la imagen del país” en el exterior y permitió “el acceso al crédito a las empresas y a las provincias a bajo costo”.
 
En medio de los apretujones que implicaban cada traslado entre salón y salón, algunos funcionarios macristas de segunda línea señalaban que “Segal no era kirchnerista ni es macrista, su rol es tener la mejor relación con el gobierno para cuidar los intereses de las empresas norteamericanas”. Otros aventuraban un "diciembre caliente" con posibles cortes de luz y con las discusiones sobre las tarifas como telón de fondo.
 
En esa ronda de conversaciones animadas se sumaron los ministros de la Producción, Francisco Cabrera, y de Ambiente, Sergio Bergman, y la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
 
De los empresarios que saludaron a los funcionarios en esa previa sobresalieron Jorge Di Fiori, presidente de la Cámara Argentina de Comercio, organizador del encuentro del Consejo de las Américas; Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina; José Urtubey (vicepresidente de la Unión Industrial Argentina), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Cristiano Rattazzi (Fiat Argentina), Martín Cabrales (Café Cabrales) y Augusto Rodríguez Larreta (Banco Provincia), hermano del jefe del gobierno porteño.
 
Clima de dudas
 
Entre los cientos de empresarios que desfilaron además por el Hotel Alvear estuvieron Alejandro Bulgheroni (Panamerican Energy), Enrique Mantilla (Camara de Exportadores) y gerentes de las principales compañías, además dirigentes de la política con antiguas relaciones con el Consejo de las Américas como Jorge Pereyra de Olazabal.
 
Mas allá del optimismo de los discursos de los funcionarios y de Segal, también hubo por lo bajo algunas advertencias de preocupación por parte de algunos empresarios que señalaron que los funcionarios esbozan “conceptos repetitivos que luego no se formulan en políticas y acuerdos concretos”. Por ello, señalaron algunos, “la confianza no se traduce hoy en inversiones”.
 
Desde el Gobierno hicieron hincapié en que Segal subrayó que este fue el décimo tercer Consejo de las Américas interpretaron que ella buscó transmitir que en los 12 años anteriores “durante el gobierno kirchnerista no hubo logros importantes”. Consideraron cerca de Marcos Peña que la presidenta del Consejo “transmitió un buen mensaje de cambio” y que “todos en el gobierno quieren mejorar el sistema impositivo y el costo de fletes”, como pidió Di Fiori en su discurso. “Está bien a que suena como excusa decir que llevamos 9 meses, pero la realidad es esa”, dijo a LA NACION un funcionario oficial.