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Por Delfin Morgan (*).- El clima de verano sigue rebosante de verdor sobre el Parque Nacional Yellowstone, en Estados Unidos, considerado el más antiguo del mundo (1872). Muchos turistas disfrutan de sus vastos bosques, pastizales y su interesante fauna. El segundo semestre, anuncia que los días serán más cortos y, sobre mediados de septiembre, el otoño apagará el verano; despertará el hambre de los famosos osos pardos, el tercer carnívoro más grande de Norteamérica, deseoso de alimentarse de salmón y tener suficientes reservas para enfrentar el crudo invierno.
 
Varios kilómetros al este de Yellowstone, precisamente sobre 20 South Wacker Drive Chicago (Illinois, Estados Unidos) se encuentra la plaza más grande del mundo de derivados agrícolas, el Chicago Mercantile Exchange (CME Group o simplemente "The Merc"). Allí la jerga financiera simboliza las tendencias del mercado a través de una poderosísima metáfora animalista: «Bear market» (Mercado "del oso", bajista) y «Bull market» (Mercado "del toro", alcista). Por lo visto, los osos del CME Group se anticiparon al otoño y salieron a la caza.
 
 
 
Oferta abundante
 
El mercado mundial está próximo a completar una excelente producción de soja, maíz y ni hablar de trigo. Si miramos hacia más adelante, el año 2017, promete aún más. A su vez, en la cosecha precedente, los principales oferentes del mercado culminaron con una excelente producción y una holgada relación stock/consumo.
 
A pesar de la abundante oferta, no debemos olvidar que la demanda no da respiro y, ante los menores sustos de complicaciones del lado de la venta, causan períodos de alta volatilidad, que se pueden graficar claramente con el índice CBOE Volatility Index, más conocido como Vix, que vendría a ser como el electrocardiograma del mercado de granos.
 
 
Prima climática
El clima sobre territorio argentino (principal exportador de harina y aceite de soja y dentro del top five en maíz a nivel mundial) desde inicios de febrero comenzó a entorpecer la cosecha y no cesó.
 
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), en su informe mensual de oferta y demanda mundial, reportó una pérdida en la campaña de soja Argentina de aproximadamente cinco millones de toneladas; automáticamente cargó de volatilidad al Vix y lo llevó a una suba de más de 50 por ciento, en menos de un mes.
 
La prima climática logró que el valor de la oleaginosa cruce los 400 dólares por tonelada en el mercado norteamericano, debido a los problemas logísticos y pérdida de calidad en Argentina, sin dejar de lado a Yanet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) que aún mantiene las tasas de interés cercanas a cero y deja un dólar competitivo en la exportación de commodities.
 
El trading diario en el mercado de Chicago está divido en dos grandes grupos: por una lado los "Comerciales" y del otro los "Fondos".
 
Recordemos que los fondos de inversión no siembran ni cosechan; tampoco transportan u acopian, sólo buscan rentabilidad y ofrecen una maravillosa liquidez al mercado de granos.
 
Dentro del grupo de los fondos podemos subdividirlos en dos grandes jugadores: Los fondos índices o "index funds" y los fondos especulativos o "hedge funds". Los primeros están integrados por fondos mutuos, pueden recortar su posición comprada, pero nunca estar vendidos.
 
Por otro lado están los hedge, que también pueden ser llamados fondos de cobertura o especulativos: pueden estar vendidos y cada día sorprende más la velocidad a la que lo pueden hacer. El último informe de estado de cultivo de maíz y soja en Estados Unidos demostró estar por arriba de la condición bueno a excelente del año pasado; a su vez, desapareció el temor latente de la seca sobre el cinturón sojero maicero.
 
 
Fondos "osos"
 
Claramente, estos dos fundamentos transformaron a los fondos en osos y la primera víctima fue el mercado de maíz, donde los fondos especulativos, en cuestión de un mes, pasaron de estar un 13 por ciento comprados de la posición total abierta en Chicago, a un menos dos por ciento vendidos.
 
La baja en Chicago contagió los mercado mundiales como, por ejemplo, el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde la posición abril 2017 pasó de cotizar 170 a 150 dólares por tonelada, mientras que en Estados Unidos el maíz mayo 2017 está en entre 135/140 dólares la tonelada.
 
Por otro lado, en soja, al revés que trigo y maíz, los fondos especulativos siguen comprados. Pasaron de estar del 17 por ciento al 11 por ciento comprado total de la posición abierta en Chicago.
 
Camille Sée, político y abogado francés decía: "Dicen que la historia se repite; lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan"; por lo tanto, repasemos la historia y saquemos conclusiones.
 
En los últimos 10 años, la posición neta de los fondos especulativos encontró su mínimo en -16 por ciento, máximo en 22 y promedio seis por ciento. Por el momento, estamos por arriba del promedio, con una prima climática que desapareció y, si retomamos los últimos dos años de producción norteamericana, fueron similares a la que está próxima a cosechar.
 
La reacción de los fondos, entre agosto y octubre (años 2014 y 2015), fue tener su posición neta entre cero y negativo. La reacción de los fondos especulativos en maíz, se está comportando de igual manera que los últimos dos años y ahora sólo queda ver si el poroto seguirá el mismo patrón.
 
Para la próxima campaña 2016/2017, nos queda un largo camino para ver cómo evolucionará la siembra, los estados de cultivos y la cosecha sudamericana de soja y maíz. Ante la incertidumbre, en el mercado de Chicago, muchas veces el apetito del toro es mayor que el de los osos.
 
(*) El autor es Director de la corredora Morgan Garcia Mansilla y Cia SA.
 
Fuente: Agencia Télam.