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Desafío Mercosur: entró en colisión el paradigma de agregado de valor agroindustrial con la estrategia exportadora de las corporaciones chinas
Este año comenzaron a evidenciarse en el Cono Sur las primeras señales de la colisión de intereses entre las corporaciones agroindustriales chinas y las empresas sudamericanas elaboradoras de proteínas cárnicas (que no es otra cosa que la contraposición de los modelo granero del mundo versus supermercado global).
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ValorSoja
En los últimos meses Brasil quedó desabastecido de maíz luego de exportar la mayor parte de su producción. El precio promedio de maíz disponible en la zona paulista de Campinas es actualmente de 223 u$s/tonelada, según datos del Centro de Estudos Avançados em Economia Aplicada (Esalq/USP).
“Hemos visto una mayor competencia por la originación de granos en el centro-oeste de Brasil, donde las chinos (en referencia a la filial local de Cofco) tienen ahora capacidad de almacenaje; eso en parte explica el problema del maíz”, dijo el analista brasileño José Roberto Mendonça de Barros, director de la consultora MB Associados, durante un seminario realizado la semana pasada en el BM&F Bovespa.
El dato es que la participación china en el comercio brasileño de granos se incrementará este año a partir de la compra –anunciada en abril de este año– de la compañía exportadora Fiagril Participações a la corporación China’s Hunan Dakang Pasture Farming (la cual es controlada por el Shanghai Pengxin Group).
Si bien lo que está ocurriendo en Brasil es el paraíso para los productores, para las industrias cárnicas es un auténtico infierno (y también para los consumidores brasileños que sufren aumentos de precios de la carne).
Las autoridades del gobierno brasileño saben que la única manera de evitar que el avance chino termine primarizando al sector agroindustrial es negociar lo antes posible un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China para que los alimentos obtengan acceso preferencial al mercado de la nación asiática (esa es una de las razones por la cual el canciller José Serra afirmó esta semana que Brasil debe olvidarse del Mercosur para avanzar con negociaciones bilaterales propias).
En la Argentina, si bien la situación no es tan apremiante como en Brasil, en los últimos meses los precios internos del maíz –por ejemplo– vienen registrando valores elevados a partir de la creciente competencia emprendida por la filial local de Cofco en la originación de mercadería.
En lo que va del presente año Cofco, a través de sus controladas Nidera y Noble, concentró un 16,6% de las DJVE-180 de maíz 2015/16 para competir mano a mano con Cargill, ADM y Dreyfus (ver planilla). La firmeza del precio del maíz, si bien contribuye a mejorar la situación de las empresas agrícolas, perjudica a las industrias transformadoras del cereal, tales como porcinos, tambos y fábricas de etanol.
“Hemos visto una mayor competencia por la originación de granos en el centro-oeste de Brasil, donde las chinos (en referencia a la filial local de Cofco) tienen ahora capacidad de almacenaje; eso en parte explica el problema del maíz”, dijo el analista brasileño José Roberto Mendonça de Barros, director de la consultora MB Associados, durante un seminario realizado la semana pasada en el BM&F Bovespa.
El dato es que la participación china en el comercio brasileño de granos se incrementará este año a partir de la compra –anunciada en abril de este año– de la compañía exportadora Fiagril Participações a la corporación China’s Hunan Dakang Pasture Farming (la cual es controlada por el Shanghai Pengxin Group).
Si bien lo que está ocurriendo en Brasil es el paraíso para los productores, para las industrias cárnicas es un auténtico infierno (y también para los consumidores brasileños que sufren aumentos de precios de la carne).
Las autoridades del gobierno brasileño saben que la única manera de evitar que el avance chino termine primarizando al sector agroindustrial es negociar lo antes posible un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China para que los alimentos obtengan acceso preferencial al mercado de la nación asiática (esa es una de las razones por la cual el canciller José Serra afirmó esta semana que Brasil debe olvidarse del Mercosur para avanzar con negociaciones bilaterales propias).
En la Argentina, si bien la situación no es tan apremiante como en Brasil, en los últimos meses los precios internos del maíz –por ejemplo– vienen registrando valores elevados a partir de la creciente competencia emprendida por la filial local de Cofco en la originación de mercadería.
En lo que va del presente año Cofco, a través de sus controladas Nidera y Noble, concentró un 16,6% de las DJVE-180 de maíz 2015/16 para competir mano a mano con Cargill, ADM y Dreyfus (ver planilla). La firmeza del precio del maíz, si bien contribuye a mejorar la situación de las empresas agrícolas, perjudica a las industrias transformadoras del cereal, tales como porcinos, tambos y fábricas de etanol.
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