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Por Juan Morelli
El viernes pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) presentó su tradicional informe mensual de oferta y demanda mundial. Su contenido arrojó datos que, si bien no fueron fuertemente bajistas en soja, marcaron un cambio de tendencia en el corto plazo para los precios.
El organismo recortó en soja su estimación de los stocks finales estadounidenses para la campaña 2012/13, en línea con lo que se esperaba. La sorpresa tal vez vino por el lado de la cosecha sudamericana, ya que en conjunto no sufrió modificaciones: la proyección de producción para Argentina se recortó en un millón de toneladas –de 54 a 53 millones–, al tiempo que la de Brasil subió en la misma magnitud.
Con Chicago testeando la resistencia técnica en la zona de los 1500 centavos por bushel para la posición más cercana, el mercado leyó que no había más recorrido al alza.
Sin inyección de nuevos fondos, fue natural la toma de ganancias tras las subas observadas en lo que va del 2013.
En el caso del maíz, los stocks finales 2012/13 de Estados Unidos fueron ajustados al alza en una cuantía mayor a la esperada, principalmente por la pobre demanda exportadora que observa el forrajero en el país del norte.
A su vez, el recorte en la estimación de cosecha argentina fue menor al esperado y la producción de Brasil se incrementó más de lo previsto. Así, las pérdidas que arrastraba el mercado continuaron. Para completar el panorama, el fin de semana largo observó la reaparición de las lluvias en nuestro país, las cuales venían ausentes en cantidad desde 2012.
Si bien como ocurre habitualmente el milimetraje no fue igual en todas las zonas, alcanzó para mejorar el humor general en cuanto a la condición de los cultivos y sostener las perspectivas productivas.
Volatilidad. De esta manera, se profundizó la toma de ganancias. Desde la previa al informe del Usda, la cotización de la soja nueva perdió cerca de 90 centavos por bushel en Chicago y más de 10 dólares en la plaza local. Los pronósticos de nuevas lluvias en la zona núcleo por ahora le ponen un freno a la esperanza de subas fuertes en el corto plazo.
Por su parte, en lo que hace a la soja de la campaña pasada, sigue achicándose el diferencial de precios que existe respecto a la nueva cosecha. En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde dicho diferencial llegó a alcanzar los 100 dólares, actualmente se ubica en torno a 30 dólares.
El premio que ofrecen los precios por desprenderse hoy de la mercadería es el mejor incentivo para propiciar ventas, y no la presión innecesaria que ejerce el Gobierno a través de la agencia de recaudación.
La retención es una de las estrategias del productor para resguardar el valor de su producción y cubrirse ante la pérdida que evidencia el signo monetario.
La volatilidad que muestran las cotizaciones tiene que servir de enseñanza para manejar el riesgo precio.
La adopción de estrategias de cobertura flexibles debería ser la regla para poder poner un piso a la producción y tener la posibilidad de captar las subas que ofrece el mercado.
Foto: Martín. G. Álzaga