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Clima

Llegaron las lluvias, pero no alcanzan

Los aportes fueron desparejos y se minimizaron hacia el sur. El futuro de la soja depende de más agua.
Durante los últimos días de la semana anterior llegaron a la región las tan necesitadas lluvias, pero los sectores beneficiados fueron sólo Córdoba capital, Pilar, Ceres y Sunchales, entre otros, donde cayeron más de 50 milímetros de agua.
En el resto del área los milimetrajes se fueron minimizando, y toda la mitad sur de la región quedó al margen de recibir algo de lluvia. Ya con el avance del fin de semana, las condiciones se fueron estabilizando hacia un apreciable descenso de temperatura tanto máxima como mínima y un aumento notable de la heliofanía.
De tal manera, a partir de esa evolución de las condiciones climáticas, se sigue planteando un escenario de imperiosa necesidad de lluvia generalizada, tanto en lugares donde no llovió como en los que sí pero no alcanzó para cubrir las necesidades que impone la época y el fuerte desecamiento que arrastran los suelos.
Consecuentemente, los cultivos de verano presentan distintos posicionamientos, situaciones y perspectivas. Para el caso del maíz de siembra temprana, rubro que contó durante buena parte del ciclo con una humedad de suelo relativamente favorable, las expectativas comprenden una franja que va de buena a muy buena. Para los de siembra tardía, la evolución esperable es más incierta y depende de lo que siga pasando con las próximas lluvias.
También el futuro de la soja de primera está muy ligado a contar con el agua necesaria para hacer una adecuada fructificación y granado de chauchas, dado que en los sitios con compromiso en la oferta hídrica comienza a acelerarse el vaneo. Pero es la soja de segunda la que se va ralentizando y perdiendo potencialidad a medida que se acentúa la ausencia de lluvia.
También se está notando mayor actividad de plagas, que se favorecen con el tiempo seco: hay arañuela en maní, además de “cogollera” en maíz e isocas en soja y forrajeras. Mejores perspectivas ofrecen el girasol y el sorgo, que si bien no ocupan porcentualmente mucha superficie, son los cultivos que mejor toleran y responden ante las condiciones extremas del verano.
La oferta de forraje sigue declinando paulatinamente al compás de las escasas lluvias y por a las elevadas temperaturas. Afortunadamente, en muchos sitios se pudieron hacer tempranamente gran cantidad de reservas, con lo cual se puede ir sorteando la caída en la disponibilidad sin mayores consecuencias.
 
En la provincia
Traslasierra. La semana pasada culminó con una muy buena colecta de milimetrajes (43 en Villa Dolores, por ejemplo), evento que observó cierta irregularidad, especialmente hacia las sierras, donde se consignan sitios con fuertes y persistentes vientos y muy poca lluvia, hasta otros donde se sobrepasaron los 50 milímetros de agua.
Esto ha permitido reavivar arroyos y vertientes que se venían secando y mejorar el transporte de agua hacia los diques para seguir manteniendo sus cotas. Como las precipitaciones refuerzan los erráticos aportes ocurridos pocos días antes, en algunos sitios se alcanza a totalizar para lo que va del año montos que superan los promedios históricos.
En paralelo a las lluvias de cada sitio, irán repuntando los campos de pastoreo y las siembras hechas en secano, además de las producciones que cuentan con riego, tales como maíces, alfalfas para corte y hortalizas.
Cruz del Eje. Contó con un acotado beneficio aportado por los 20 milímetros de lluvia de los primeros días de febrero. Si bien esos montos ayudan muy poco, por lo menos dan un pequeño alivio para los arroyos y vertientes de localidades como San Marcos y Capilla del Monte.
De todas maneras, se sigue necesitando abundantes milimetrajes para dar impulso a las producciones de época, aunque ya están con ciclo muy avanzado. Aún contado con posibilidades de ser regados, también lo necesitan los lotes de algodón, alfalfas, olivos y diversas hortalizas de estación.
También tuvo pocas lluvias el norte cordobés, lo que va definiendo perspectivas poco promisorias para la campaña de grano grueso y la producción pecuaria en general. Hay sitios donde los productores se arriesgaron a sembrar temprano, ahora ven como se pierden las plantas que ya habían nacido anteriormente.
San Justo. Este departamento tuvo buen repunte gracias a las precipitaciones de entre miércoles y sábado de la semana anterior. Los sectores norte y oeste del departamento tuvieron entre 40 y 60 milímetros de lluvia, pero el sur y el sureste no corrieron con la misma suerte: recibieron entre 20 y 40 milímetros el primero, y entre 10 y 15 el segundo.
Con ello se recompone la campaña de verano, siendo las sojas de primera que van transitando las fases R2/R5 las que podrán repotenciarse para mejorar su fructificación y sus rendimientos finales. A las de segunda les constará más, dado que la escasa humedad dejó marcas negativas como “manchoneo” en lotes con suelos de baja aptitud.
También se recuperan los maíces, aunque los de primera ya están definidos, apurados por las altas temperaturas. Estos serán cosechados a la brevedad, y se esperan rendimientos de regulares a buenos y muy buenos. La oferta forrajera no ofrece problemas, pero la producción de leche muestra el impacto de la temperatura.
Otras zonas. Sobre el fin de semana en la zona de Córdoba Capital y cercanías se desarrollaron tormentas localizadas con lluvia, viento y granizo, lo que produjo daños diversos.
En Río Primero cayeron cerca de 80 milímetros entre viernes y sábado, sin que se reportaran problemas mayores. Esto viene muy bien para reponer reservas, tanto a nivel superficial como en profundidad.
En Pilar y Río Segundo, en tanto, hubo precipitaciones de hasta 80 milímetros, con lo cual, se espera que comiencen a reponerse los lotes que se venían complicando. En la zona se observa una marcada disparidad: hay sitios muy castigados por la sequía y otros con buenos lotes de girasol en floración o ya granando; también hay sorgos bien posicionados y sojas y maíces que tendrán posibilidades de repuntar.
Hacia el sur los milimetrajes fueron decreciendo, por lo que ahora se espera una recuperación diferencial según la lluvia recibida en cada sitio. En Río Cuarto hubo lluvias muy desparejas y a enero acumularon 88 milímetros, de todas maneras se requiere de nuevas lluvias, más abarcativas y de abundancia para compensar la gran evaporación de las altas temperaturas estivales.
Informe elaborado por el Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar, con la colaboración de las AER y EEA Inta, el SMN y las delegaciones Magyp de la región.
Foto: Martín G. Álzaga
Medio de comunicación
Lavoz.com.ar

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