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El panorama agroclimático semanal preparado por el Inta Castelar para La Voz del Campo indica que –hasta el pasado miércoles– si bien hubo amenazas y aprontes de tormentas, tampoco se colectaron lluvias mínimamente aportantes en los departamentos Unión y Marcos Juárez.
Los cultivos de primera instalados en suelos normales, por ahora no muestran inconvenientes importantes. Sí los tienen aquellos lotes implantados que se recuperaron de los anegamientos de fines del año pasado y los de segunda siembra, que no han llegado a tomar impulso y el vigor normal de la etapa vegetativa. Esta situación se complicó aun más en implantaciones hechas sobre suelos overos, de baja calidad. Las altas temperaturas de los últimos días aceleraron la culminación del ciclo de los maíces tempranos. Se enfatizó la implementación de las tareas de control de isocas y demás plagas que proliferan en cultivos y forrajeras.
En el sur. Durante el pasado fin de semana, también hubo amenazas de tormentas con fuertes descargas eléctricas; ocurrieron sólo algunas lluvias y chaparrones localizados.
Los montos más altos, del orden de los 15-20 mm., se colectaron en Achiras, Bulnes, Chaján, Coronel Moldes, Sampacho y San Basilio, entre otras localidades. En Río Cuarto, Berrotarán, Holmberg, Las Vertientes y Rodeo Viejo rondaron entre 10 y 15 mm.; quedaron otras zonas sin recibir más que 2-5 mm. o directamente nada de lluvia. Estos aportes, en el mejor de los casos, sólo mitigaron muy ligeramente la situación de necesidad de agua y abrieron un paréntesis para esperar más lluvia a corto plazo.
Mientras tanto, operaron negativamente y consumieron estos pobres beneficios las altas temperaturas y los persistentes vientos que barrieron la poca humedad generada a partir de esas magras precipitaciones.
Por ahora, los cultivos de verano y las forrajeras no se encuentran en situación crítica, pero las altas temperaturas de los últimos días acrecentaron la demanda y expusieron a estrés diurno, principalmente a las siembras de segunda, a las resiembras y a las siembra tardías que necesitan proveerse de agua con sus raíces, que sólo llegan a explorar el tramo superficial del suelo.
Tampoco hubo lluvia en la parte extrema del sur provincial, sólo algunos contados milímetros (Laboulaye 1,3), acumulándose un déficit destacable para dicha localidad, que surge de haber colectado efectivamente durante enero (hasta el miércoles a la mañana, ver gráfico en página 4) sólo 2,1 milímetros de lluvia, mientras que el promedio histórico es de 108,5.
Parecida fue la situación en otras localidades del sur cordobés, en las que fue declinando el estado de los cultivos en general y se acortan los ciclos de los que se sembraron temprano, resintiéndose en cierta medida los niveles de rendimientos finales que se lograrán.
Por ahora, las sojas y maíces tardíos sólo muestran estrés transitorio durante los picos diarios de calor; no se esperarían mayores compromisos si no se demoran demasiado las lluvias.
Tendencia
Lluvias. En los primeros días de febrero, se producirán lluvias de variada intensidad sobre gran parte del área agrícola, según la perspectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En el oeste y el centro del NOA, lluvias muy abundantes (25 a más de 100 mm.), con focos de tormentas severas. Paraguay, este del NOA, el oeste del Chaco, este y oeste de Cuyo, lluvias moderadas (10 a 25 mm.), con focos de valores abundantes (más de 25 mm.). Norte de la Mesopotamia, lluvias moderadas a abundantes (10 a 50 mm.); este y sur de Santa Fe, Entre Ríos y norte y este de Buenos Aires, lluvias moderadas (10 a 25 mm.), con un foco de valores abundantes en el límite común de las tres provincias; este de Córdoba, lluvias escasas (menos de 10 mm.) con focos de valores moderados (10 a 25 mm.). El paso del frente provocará un descenso térmico.
Foto: Martín. G. Álzaga