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Por Manuel Alvarado Ledesma
Existe coincidencia sobre la demanda mundial que se mantendría muy sostenida, aún con los problemas de crecimiento que podrían revelar algunas regiones del mundo.
La tracción asiática y del mundo emergente, más la depreciación de la moneda norteamericana, así lo asegurarían.
Pero el panorama resulta decididamente diferente para la oferta. Acá la incertidumbre alcanza su máximo nivel; y los interrogantes priman entre los operadores a la hora de tomar decisiones.
De hecho, las condiciones climáticas imperantes en América del Sur, fundamentalmente en la Argentina, desde que se iniciara el año, han invitado a los fondos especulativos a retornar al mercado, para tomar activa acción durante el mes de enero.
Por ello, los futuros agrícolas en Chicago han operado en suba por varias jornadas.
En gran parte, las suaves mejoras de este mes se debieron al ingreso de estos fondos luego muchos días de liquidación de posiciones.
La pregunta central está referida a si la oferta mundial será superior para permitir una baja de precios o, por el contrario, a si resultará inferior.
Los indicios sobre el comportamiento de la futura oferta para la primera mitad de este año son contradictorios. Difícil resulta así predecir el desenvolvimiento de los valores.
Por un lado, América del Sur debería tener una gran cosecha; y por otro, la avidez sembradora de los farmers norteamericanos generaría una superficie de implantación sobresaliente.
Pero, por otra parte, el clima trae todo tipo de temores. La falta de precipitaciones se está encargando de desdibujar cualquier perspectiva demasiado optimista respecto al nivel de producción.
La preocupación por la ausencia de precipitaciones en Argentina es mayúscula. Hay lotes que han sufrido anegamiento y ahora están debilitados por esta suerte de seca.
La realidad es que, con la excepción del sudeste bonaerense, beneficiado con algunas lluvias, el resto de la región agrícola se halla en situación delicada.
Para peor de males, los pronósticos hablan de lluvias recién para los primeros días de febrero, fenómeno que incidiría en los rindes, sobre todo en los lotes de segunda y en los implantados tardíamente.
Aunque existen algunos reportes más optimistas. Es el caso de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA) que informa que habría lluvias a partir de la entrada de un frente frío el próximo 31 de enero, a lo largo del país, hasta el 2 de febrero.
A ello se agrega la falta de lluvias registrada en el sur de Brasil que repercutirá en la productividad del país vecino.
En lo que se refiere a la oferta futura procedente de EE.UU. los signos de preocupación crecen día a día. Gran parte de la región agrícola está sometida a una fuerte restricción de agua.
El país del norte se aproxima a las fechas de siembra de la gruesa 2013-14. Y las condiciones de humedad están muy lejos de lo ideal.
Si las condiciones climáticas se normalizaran en este país, la perspectiva sobre una gran cosecha se hace más firme, lo que afectaría claramente a los valores.
Pero si no resultase así, el panorama de precios mejoraría.
Foto: Martín. G. Álzaga