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Por Pablo Adreani 
En el mismo período, los precios del maíz en la Argentina acumularon subas de 12 dólares por tonelada. Hoy, el disponible se cotiza a 196 dólares y la posición abril 2013 cerró al máximo de contrato a 208,5 dólares por tonelada. Y un buen día el productor frotó la lámpara y Aladin les dijo: "Pide un deseo". "Un maíz de 200 dólares", le respondió el productor. Bondadoso, Aladin le dio un precio mucho mayor que ese, tal vez como poniéndolo a prueba.
Este cuento recién comienza y podemos decir que estamos recién en la introducción. Ahora es el productor quien tiene que jugar su primera ficha. Hasta no hace mucho, la posición futura de maíz nueva cosecha se cotizaba a 195 dólares, 13 por debajo del máximo alcanzado durante la presente semana.
A 195 dólares por tonelada el margen bruto del maíz para la zona núcleo, sobre la base de un rinde probable de 12.000 kilos por hectárea, arroja un resultado de 1063 dólares por hectárea. Si tomamos el cierre del Matba de anteayer, de 208,5 dólares, el margen bruto pasa a ser ahora de 1200 dólares por hectárea. El rinde de indiferencia bajó de 5150 kilos por hectárea a 4710 kilos. En la misma zona, una soja de 5000 kilos por hectárea, valor un poco optimista considerando el atraso que hay en las siembras y la caída potencial de rindes por ese atraso, arroja un margen bruto de 950 dólares por hectárea, contra un margen bruto de maíz de 1200 dólares.
Si consideramos el rinde de un maíz tardío o de segunda de 8000 kilos por hectárea, el margen bruto es de 650 dólares por hectárea, mientras que para una soja de segunda, con un rinde de 2500 kilos, el margen es de 430 dólares. Si analizamos el margen bruto en el centro-sur de Córdoba, un maíz de 7000 kilos arroja un resultado de 490 dólares por hectárea, mientras que una soja con rindes de 3000 kilos deja un margen de US$ 440.
Estamos por primera vez ante un escenario donde el maíz tiene amplias chances de resultar uno de los cultivos mas rentables de 2013. Por el lado de los factores internos, el exceso de lluvias durante la primera mitad de la primavera están causando un serio atraso en las tareas de siembra. El productor podrá elegir entre una soja sembrada tarde con el riesgo que ello implica en cuanto a caída de rindes ante la demora en la siembra o sembrar un maíz tardío o de segunda que ha demostrado en las últimas tres campañas una solida estabilidad en los rendimientos.
No hay dudas de que es "el año" para incluir el maíz en la rotación, con todos los beneficios y las ventajas que ello trae aparejado, y esto el productor lo sabe muy bien. Los fundamentos no han cambiado, la demanda mundial de maíz sigue muy firme, la clase media urbana se sigue expandiendo en países como China, la India, Rusia y en parte de Asia Pacifico, y la demanda de proteínas animales por mejora en el poder adquisitivo sigue en proceso de cambio en los hábitos de consumo.
Cada mes ingresan al mercado global 7.500.000 nuevos consumidores; para graficar aún más esta situación, entre hoy y el próximo lunes el mundo tendrá 500.000 nuevas bocas que alimentar, con un estándar de mejor poder adquisitivo y ansiosos por haber ingresado al target de "cuatro comidas diarias", como dijo el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, en su primer discurso como presidente.
Foto: Martín. G. Álzaga