NOTICIAS Y VIDEOS /

Por Marcelo Elizondo 
Los otros componentes de la balanza de pagos (el comercio de servicios, las transferencias y los movimientos de capitales o las inversiones) no nos conceden resultados favorables, por lo que el Gobierno ha acudido a varias restricciones (a través del cepo cambiario, el impedimento para enviar utilidades al exterior o las restricciones a las importaciones) para que se obtengan resultados holgados.
Esto se ha exacerbado últimamente, cuando el superávit comercial ha perdido representación en el PBI (desde aquel inusitado 16% en 2002, pasando por un holgado 5% en 2006 o 2009; hasta el menor 2% en 2011).
Así, más allá del relevante valor de la relación productivo-comercial de nuestro país con el mundo, ante la proclamada escasez de dólares han pasado a ser estratégicamente significativos los sectores productivos proveedores de divisas: aquellos cuyo saldo en el comercio exterior (sus exportaciones menos sus importaciones) generan superávit.
Como suele recomendar la lógica operativa, es bueno obtener información para recién luego llegar a la opinión. Un relevamiento de toda la composición del comercio exterior del último año da cuenta de que son los agronegocios los únicos que están generando esa oferta neta de dólares. En 2011 generaron superávit comercial los productos del reino animal (4950 millones de dólares), los del reino vegetal (16.758 millones), las grasas y aceites (4916), los alimentos, bebidas y tabaco (13.694), las pieles, cueros y sus derivados (854) y la madera y el carbón (44). En total, unos 43.000 millones de dólares. Sólo han generado superávits, además de estos rubros, las piedras y metales preciosos y las antigüedades.
Mientras, han consumido esos dólares generando déficits los minerales, químicos, plásticos, pasta de madera, textiles, calzados, piedras yeso y cemento, manufacturas de metal, máquinas y aparatos eléctricos, el sector automotriz, los instrumentos de óptica y las armas y municiones (en total, por unos 36.000 millones de dólares). Cifras similares surgen de la proyección de los datos de los meses transcurridos de 2012.
Paradoja
Dice el diccionario que "paradoja" es una coexistencia ilógica de cosas o sucesos. Parece una paradoja que el sector que no sólo es más competitivo, sino que aporta los dólares netos sea el más gravado tributariamente y afectado regulatoriamente. Es discutible que el saldo de divisas sea lo más importante en la política comercial, pero si se decide que lo sea, es más discutible que quien provee más divisas sea el menos alentado.
Dice el consultor argentino Mariano Bernárdez que el planeamiento estratégico comienza dando un paso hacia atrás. Ha de ser hora de hacerlo, ante la evidencia. Es que como asevera el español Gustavo Villalobos, cuando nuestro saber no nos presta el servicio de resistir los embates de la realidad es pura chabacanería, mera superstición.
Foto: Martín. G. Álzaga