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Por Carlos Marín Moreno

La otra tendencia visible es que los cultivos se desarrollarán con buen nivel tecnológico, para aprovechar la humedad disponible y los buenos precios, pero con mucha cautela por parte de los empresarios, luego de las experiencias de la campaña pasada.

"La compra de insumos por los productores del área maicera norte se desarrolló en un ritmo bastante normal, pero las de Buenos Aires muestran una retraso del 50% respecto del año pasado, a pesar de que ya estamos en la época de siembra", afirma Enrique Bayá Casal, titular de una semillería de Buenos Aires.

"La campaña maicera venía muy mal hasta julio, por la sequía de verano y por su consecuencia: la iliquidez. Las pocas compras de esa época eran de híbridos de bajo potencial y para planteos muy conservadores. Luego llovió y los precios del maíz aumentaron generando un resultado económico más competitivo respecto de la soja en campo propio; eso animó un poco más a los productores de provincias sin excesos de agua, que empezaron a demandar híbridos más caros. Así, pasaron de comprar bolsas de semilla a 80 dólares sin eventos a demandar las de 180 a 220 dólares, con varios eventos", diferenció.

No obstante, todavía falta mucho para ubicar toda la semilla en venta y algunos semilleros todavía tienen en stock más del 50 por ciento de lo producido. Y esa mercadería sin vender tiene un enemigo poderoso: la semilla de soja, que cuesta 30 dólares por bolsa y se puede sembrar con muchos menos gastos que el maíz.

Los fertilizantes mantienen valores acotados porque la cosecha fina demandó muy poco y por la reducción del área por implantar con maíz. La urea se vende a 600 dólares por tonelada, según Bayá Casal, y los fosfatos mono y diamónico, a 740. El súper simple cuesta 350 dólares. Hay buena disponibilidad de atrazina y de otros herbicidas para maíz. El glifosato subió a 3,50 dólares oficiales por litro a raíz de su encarecimiento en China.

Respecto de la financiación, las herramientas más usadas son las tarjetas bancarias, los cheques diferidos con importes en pesos y los contratos forward.

Siembra con cautela

"Donde no está inundado, como en el sur de Santa Fe, se empieza a sembrar maíz con mucha cautela; con buenos híbridos, y con fertilizante, pero no se alcanza el área histórica", apunta un técnico regional.

Además, una parte de la superficie programada con el cereal se sembrará recién en noviembre, para ver si no aparecen disturbios en el mercado y para diversificar los riesgos climáticos.

"Muchos productores consideran satisfactorios los precios que se ofrecen a cosecha y han cerrado coberturas por el 40-50% de la producción esperada a 200 dólares por tonelada", adelanta el técnico.

Mientras tanto, se nota buena demanda por semilla de sorgo granífero, que no tiene restricciones a la exportación. Bayá Casal nota demanda por híbridos con y sin tanino, de genética clásica. También se vende bastante sorgo forrajero y sojas de ciclo para pastoreo en los tambos.

Foto: Martín. G. Álzaga