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La caída en la cosecha estadounidense que, según el último informe del USDA, la colocaba entre 12% y 13% por debajo de la del año pasado, sostiene aún las expectativas de que los precios de las commodities agrícolas se mantengan altos al menos hasta mediados de 2013, según lo explicó el economista Juan Manuel Garzón en la presentación que realizó el viernes en el marco de las actividades llevadas a cabo por el 35º aniversario de la Fundación Mediterránea.

“Los precios seguirán altos hasta mediados del año que viene, cuando ingresan las cosechas de Argentina y Brasil, dos de los tres principales productores mundiales”, explicó el especialista, y agregó: “Allí se espera que comiencen a bajar y se ajusten incluso por debajo de los precios que se dieron durante este año”.

En cuanto a la producción, precisó que los pronósticos coinciden en que sobrevendrá el fenómeno de “El Niño”, que traerá importantes lluvias y mejorará los perfiles de humedad del suelo -a pesar del “peligro” de inundaciones-.

“La producción en Argentina puede mejorar casi 20%”, estimó Garzón, al tiempo que añadió: “En función de la bondad del clima, la mejora en el ingreso de los productores y del Fisco (derechos de exportación) representaría entre 0,5% y 1,5% del PIB de este año. Por su parte, el excedente de divisas podrá encontrarse en un rango de entre 2% y 13% de las exportaciones de 2012.”

Esto lo llevó a considerar que las favorables condiciones externas y la mejora en el clima pueden “distender” la puja distributiva (Estado, productores, industria), y “atenuar” los efectos de la elevada presión tributaria y las restricciones al comercio exterior.

En ese sentido y en diálogo con Comercio y Justicia, el economista aseguró que “en principio habría incentivos para que se incrementaran las retenciones a los granos a partir de las proyecciones de mejores precios y rindes en la cosecha que viene. De concretarse estas perspectivas, se alivia de alguna manera la situación de rentabilidad del productor. Si tuviéramos un gobierno oportunista, podría darse la posibilidad de que, a mejor rentabilidad de parte de los productores, se suban los derechos de exportación tratando de que coparticipen con el Gobierno las mayores ganancias. Sucede que la presión tributaria ya está muy alta a nivel nacional, y a nivel provincial ya hay varias provincias que han subido impuestos, caso Buenos Aires y Entre Ríos, por lo que tenemos ya una presión tributaria muy alta y si bien los márgenes pueden mejorar un poco porque los precios están muy altos, en general esas mejoras están acotadas a la región pampeana. Si uno se va al NOA (Noroeste Argentino) o a San Luis o Santiago del Estero, la realidad es muy diferente.

Entonces, las retenciones en términos relativos son más altas para aquellos productores que están más alejados, que a su vez son las regiones menos favorecidas en términos de clima y fertilidad en el suelo. Yo creo que ahí está el límite en la suba de la presión tributaria”, indicó.

Según Garzón, el Gobierno nacional “no va a asumir el costo político que significaría un aumento. Sería como reeditar un conflicto como el de 2008 y los productores volverían a la ruta”, alertó.

En ese contexto, aclaró que la suba en los precios está compensando “la suba en los costos en dólares que está teniendo la Argentina. Los precios aumentan en dólares más rápido que el tipo de cambio”.

Efecto cascada

Consultado respecto de las posibilidades de que las mejores perspectivas generen expectativas en los industriales de maquinaria agrícola, Garzón fue optimista. “Seguramente, porque dos de los tres factores que son claves para los productores van a estar bien en la campaña que viene (precios internacionales y clima) y eso cambia el ánimo, por lo tanto se puede esperar una reactivación en la demanda”.

Hay que recordar que, según expresiones de los empresarios del sector, este año ha sido muy malo en cuanto a nivel de ventas. “Si bien los precios subieron, cuando lo hicieron ya había -en el caso de la soja-, de acuerdo a estimaciones nuestras, 60 ó 65% de la cosecha vendida, o sea que hubo muy pocos productores que gozaron del beneficio de la suba”, dijo Garzón al explicar por qué los mejores precios no se tradujeron en inversiones.

En el mismo sentido, recordó que se viene de una caída en la producción que en el ámbito nacional fue poco de menos de 20% y en el caso de Córdoba fue de casi 30%. “En Córdoba y en el norte del país la sequía y las consecuencias fueron más fuertes”, explicó.

Reclamo reiterado: Garetto pidió una baja en las retenciones

El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto, en el cierre del Congreso Argentino de las Cooperativas, llevado a cabo hasta el viernes en Rosario, Santa Fe, reclamó la disminución de los derechos de exportación y la recomposición del sistema impositivo y de comercialización. El sector cooperativista “contribuye con 6% del Producto Interno Bruto (PIB), participa en 5,6% del total de las exportaciones primarias y agroindustriales: sufre aún algunas inequidades”, señaló Garetto, y agregó: “Tenemos serias dificultades de comercialización en trigo, maíz y girasol”.

Pidió así “una disminución de las retenciones y una recomposición de reintegros de exportación, con mecanismos que permitan su concreción sin costo fiscal”.

“Pensamos en alimentar la mesa de los argentinos sin perjudicar las fuentes de trabajo, pero para eso necesitamos empresas rentables”, precisó Garetto.

Foto: Comercio y Justicia