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Si analizamos el cierre del mercado de Chicago, la soja ya superó la histórica barrera de los 650 dólares por tonelada, mientras que el maíz superó los 320 dólares. En términos del mercado sobre el FOB Golfo, valor de referencia en el comercio internacional, la soja está en un nivel récord de US$ 690 por tonelada, mientras que en el momento máximo de 2008 se cotizó a 622 dólares. En maíz sucede más o menos lo mismo, el FOB Golfo llegó al máximo de US$ 350, en tanto que el segundo máximo lo alcanzo también en julio de 2008, cuando llegó a los 315 dólares.

El motivo del mantenimiento de esta firmeza no tiene otra explicación que la fortaleza de la demanda, en un año donde EE.UU. sufrió la peor sequía de toda su historia. La necesidad de alimentos es ahora, y por más que en marzo de 2013 ingrese al mercado la cosecha de soja y de maíz de Sudamérica, los 1000 millones de cabezas de ganado y los 1200 millones de cerdos que se producen anualmente, comen todos los días y no pueden esperar hasta 2013.

El otro dato que ayuda a sostener el crecimiento actual del consumo mundial es el ingreso de 7.000.000 de personas al mercado consumidor mensualmente. De aquí a fin de año el mundo tendrá 28 millones de consumidores más, cada día hay 230.000 nuevas bocas que alimentar. Y la principal tracción del consumo global de proteínas vegetales (granos forrajeros y harina de soja) proviene de la mayor demanda de proteínas animales, consecuencia de la mejora del poder adquisitivo de los nuevos consumidores.

La proyección del consumo de carnes sigue mostrando que el consumo mundial de carne de pollo (actualmente en 80 millones de toneladas) podrá superar de aquí a 2020 el consumo de carne porcina (actualmente 104 millones toneladas), mientras que el consumo mundial de carne vacuna se proyecta con un aumento poco significativo. Todo el crecimiento económico que han experimentado los BRIC's en esta ultima década podrá ser reemplazado en los próximos años por el crecimiento de los nuevos emergentes, como Indonesia, Malasia, Singapur, México, Pakistán y Tailandia, sin descartar por supuesto la futura influencia que seguirán teniendo la India y China en la futura demanda mundial de alimentos.

Coyuntura doméstica

Analizando la coyuntura que se vive en la Argentina, los productores hoy se encuentran con un volumen de soja sin vender de 10 millones de toneladas, y con la actual tendencia del mercado ningún productor venderá soja. La razón es sencilla: qué productor va a vender hoy algo que sabe que mañana podrá tener un precio mucho mayor. Y si vende hoy, dónde invierte la plata producto de su venta. Una buena alternativa es comprar insumos, ya se trate de semillas, agroquímicos y fertilizantes, no solamente para utilizar en la actual campaña, sino también para poder ser utilizados en el próximo ciclo agrícola 2013/2014.

Hoy estamos ante la mejor relación insumo/producto de toda la última década, se necesitan mucho menos granos para comprar igual cantidad de insumos. Y si pensamos que la próxima campaña agrícola de 2013 podrá llegar al récord de 115 millones de toneladas, dónde se almacenara todo este volumen de producción. Una alternativa entonces es comprar silo bolsa aprovechando que hay que vender mucho menos soja para comprar el mismo insumo.

El riesgo para aquellos productores que apuestan a la suba infinita es encontrarse frente a una situación de mercado que cambie bruscamente su actual tendencia. No hay que olvidar que los mercados no crecen hasta el cielo. Otra máxima a tener en cuenta es que "cuando se viene la baja los mercados no avisan", y por último, la más actual de las frases "los productores en su gran mayoría no venden en la suba, siempre venden en la baja".

Al Gobierno le queda la bala de plata para que los productores vendan su producción e ingresen divisas, y no pasa por el mercado de la soja, pasa por la liberación total del mercado de maíz. Con esto se logran dos objetivos, el primero, que se pueda vender todo el maíz disponible que hay en los silos (se estiman 3 millones de toneladas) y, el segundo, y tal vez más importante, dar una señal mucho más fuerte al mercado para promover la siembra de maíz 2013.

Es muy riesgoso para un país como la Argentina depender de un solo cultivo, pues si viene una inesperada baja del mercado no hay chances de recuperarse y habría que esperar hasta la próxima campaña 2013/2014.

Foto: Martín. G. Álzaga