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Por Lorena D’Angelo.

El resultado del Pro Farmer Crop Tour que se realizó durante la semana anterior en las regiones productoras del Medio Oeste estadounidense, publicado el viernes pasado luego del cierre del mercado de Chicago, fue el elemento que impulsó nuevas subas al comienzo de la presente semana.

En el informe se estimó que la cosecha de maíz alcanzaría las 266,2 millones de toneladas a partir de un rinde de 120,3 quintales por hectárea, ambos registros por debajo de los datos oficiales publicados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) en su reporte de agosto de 273,80 millones de toneladas y un rinde de 123,40 quintales.

Para la soja, la estimación publicada no tuvo el mismo detalle que para el cereal, donde se determinó un rinde y una cosecha por estado; sin embargo confirmó también menores cifras respecto de los datos oficiales: cosecha calculada en 70,8 millones de toneladas (contra 73,3 millones de toneladas) y rinde promedio de 34,8 quintales (contra 36,1 quintales).

Los datos que se publicaron estaban, mayormente, descontados en los precios; los analistas y operadores del mercado agrícola evalúan menores cosechas de maíz y soja en Estados Unidos por los relevamientos que se realizan de los cultivos en los campos y el comienzo de la cosecha del cereal.

Impacto en las pizarras. Los precios, como resultado, continúan con fundamentos mayormente alcista y pocas variables de presión que se trasladan también a las cotizaciones locales.

Esta semana volvió a ser la soja en el mercado disponible y futuro la más favorecida. El precio para entrega inmediata llegó a 1.950 pesos mientras que hubo rumores que sin descarga algún comprador podría haber pagado hasta dos mil pesos, valor que señaláramos en estas líneas como con altas probabilidades de alcanzar en el corto plazo.

Para la soja de la nueva campaña, el precio en el mercado futuro institucionalizado llegó hasta los 346 dólares, mientras que negocios forward alcanzaron los 342 dólares.

Los altos precios de la próxima campaña, récord a esta época del año comparado con los anteriores, no despertaron gran interés de ventas anticipadas por parte de los productores. Al 15 de agosto se llevaba vendido tan solo el 49 por ciento del volumen del año pasado a la misma fecha aún cuando la expectativa de producción de la próxima campaña supera los números de la presente.

La poca actividad de la campaña 2012/13 se diferencia de los datos de la actual. A la misma fecha mencionada anteriormente está comercializado el 77 por ciento de la cosecha 2011/12 frente al 73 por ciento del año pasado, con un volumen aún en manos de los productores estimado en 9,4 millones de toneladas respecto de las 13,1 millones del año anterior.

Con el mencionado análisis quedan desmitificadas las noticias de que el productor argentino de soja está reteniendo un gran volumen de producción.

Esta semana hubo rumores sobre que el Gobierno está analizando medidas para obligar a los productores a vender soja de la campaña 11/12 para generar un mayor ingreso de divisas.

Sin embargo, nos encontramos que el argumento esgrimido depende más del mercado externo que de lo que pase internamente y el productor, como cualquier agente económico, evalúa el mercado para la toma de decisiones.

Hoy el mercado muestra que los valores continúan firmes y sin alternativas de inversión para el obtenido de las ventas. Éstas podrían activarse a partir de las necesidades económicas y financieras que el productor tenga para el comienzo de la cosecha gruesa, mientras tanto el productor encuentra en la soja el único producto con libertad para negociar.

Para el trigo y el maíz, el productor tiene que aprovechar cuando la exportación está activa a partir de la aperturas de ROE.

Foto: Martín. G. Álzaga