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Tras varios meses de inactividad, la Mesa de Enlace terminó esta semana un paro nacional de siete días, el más largo desde la controvertida resolución 125. "Es cierto que (la huelga de ahora) no fue comparable con la de 2008, ya que en ese año teníamos gente por todas partes, había más indignación y había un objetivo muy concreto. Pero igual hubo un alto acatamiento", admitió Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) al diario El Tribuno, de Salta.

En una entrevista exclusiva, el ruralista sostuvo que el "trigo y la leche" son las producciones que peor están y descartó que las entidades del agro vayan a reunirse por separado con el Gobierno. "Si se siguen agravando los problemas, la protesta regresará, pero jamás con cortes de ruta", concluyó.

¿Qué conclusión sacaron tras el paro nacional de siete días que terminó esta semana?

La primera conclusión es que hubo un alto acatamiento entre todos los productores. No se vendieron ni granos ni vacas. Los corrales vacíos en Liniers mostraron la adhesión a la protesta. Es cierto que no fue comparable con lo de 2008, en ese año teníamos gente por todas partes, había más indignación y había un objetivo muy concreto, que era la resolución 125.

En este caso, lo que tuvimos fue una situación más difusa en la que se combinan factores diversos y no puntuales. Hay pérdida de competitividad, el tipo de cambio con los niveles actuales de retenciones deja afuera de competencia a la producción exportable, los altos costos han ido creciendo y los fletes aumentaron para las provincias del NOA y NEA, etcétera. No fue un paro contra un objetivo determinado sino que puso en cuestionamiento la política agropecuaria en su conjunto, que requiere varias medidas. Este grupo de medidas no son visibles como la 125, por lo tanto los niveles de presencia en las rutas fueron menores, pese a que el acatamiento estuvo.

¿Cuál fue la reacción del Gobierno tras la protesta?

El Gobierno debería tomar nota de que hay malestar y descontento y en lugar de convocar por separado a las entidades debería recibirnos en conjunto. Esa chicana de que no reciben a la Mesa de Enlace porque le dan una jerarquía determinada es un error de parte del ministro (Norberto) Yahuar. Es más fácil para todos que exista algún ámbito de discusión, aunque se avance parcialmente. No es lo mismo decirle a los productores en las asambleas que estamos discutiendo algunos temas con el Gobierno que decirles que no nos recibe o lo hace por separado para fracturar la Mesa de Enlace, que es reconocida mayoritariamente por los productores. La reacción del Gobierno fue tensar aún más las relaciones.

Osea que por separado no van a negociar...

Al menos en esta etapa no. Yo no tengo problema en que los productores de cerdo de la Federación Agraria vayan a una mesa y que los productores de leche hagan lo mismo. Pero cuando hablamos de los temas tributarios o los estructurales debe discutirse con el conjunto de las entidades de productores. Por lo tanto, terminado el paro tenemos un Gobierno que en vez de asumir que la representación agropecuaria es ésta, lo que hace es seguir creando roces. Al no recibir a la CGT, a la CTA de Pablo Michelli o a la Mesa de Enlace, se constituye un modo de gestión incomprensible. Si no se recibe a los que piensan distinto estamos complicados.

Tenemos un Gobierno con un nivel de aislamiento e imposición enorme. Yo creo que el Gobierno ganaría mucho si fuera capaz de convocar a la Mesa de Enlace. Se está amesetando la economía porque está en crisis la producción agropecuaria. Empezamos con el amesetamiento y vamos camino a la recesión, porque le está yendo mal a la actividad económica.

Si en el corto plazo no hay una respuesta del Gobierno que los satisfaga, ¿se profundizarán las protestas?

Eso lo van a ir determinando los sucesos. En tanto se siga agravando la situación y no haya un ámbito en el que corregir problemas, nosotros vamos a ir convocando asambleas por regiones. Mientras no encontremos soluciones, los sucesos van a ir marcando las acciones. Si pasan las semanas, pasan los meses y se siguen agravando los problemas, en algún momento la protesta agropecuaria regresa. No sé con qué formato, si por vía de marchas, actos o un paro agropecuario más extenso, pero jamás con cortes de ruta. Vamos a ir por cosas más tangibles.

¿Cuánto afectan al campo las trabas a la compra de dólares?

Está afectando en los insumos y en los mercados futuros, ya que no se sabe a cuánto está el dólar. Hay muchos repuestos importados, pero valen seis pesos por dólar. En los repuestos y en algunos insumos el productor está obligado a pagar un dólar que está por arriba de los $4,40. Esta dicotomía del tipo de cambio, al productor le está significando hoy más costos. Y por otro lado, por tener retenciones sobre el tipo de cambio, tenés un tipo de cambio retrasado que al aplicarle las retenciones queda de $2,80. El dólar de la soja es de 2,80, precio oficial menos 35 por ciento de retenciones. A $2,80 estamos peor que con en el uno a uno. El proceso inflacionario y de aumento de costos ha sido tal, que a $2,80 que cobramos por tipo de cambio de las oleaginosas, estamos peor que en el uno a uno. Esto es así, clarito.

El Gobierno logró instalar en una parte de la sociedad que las protestas del campo son ejercidas por oligarcas, ¿por qué cree que consiguió eso?

Miente, miente que algo quedará, es la vieja consigna. Y, encima, hoy tienen muchos medios (de comunicación). Eso lo decía Néstor Kirchner y lo repetían sus seguidores. Tenemos productores de 30 hectáreas en la región central del país que no tienen un pito que ver con la oligarquía. Tenemos productores chicos en este momento a punto de desaparecer.

Esos productores no tienen nada que ver con ninguna oligarquía. Ellos repiten y repiten eso, y hay una parte de la población que ha comprado el relato de que este es un gobierno progresista, entonces para esa gente queda instalado. Es la famosa cuestión campo-anticampo, patria-antipatria o publo-oligarquía. Por eso es que la Federación Agraria tuvo especial cuidado en que el diagnóstico parte de que el problema es la concentración a la que nos está llevando esta política.

¿Qué porcentaje de trabajadores en negro tiene hoy el campo?

Nosotros creemos que hay más de 700 mil trabajadores registrados a partir de que existe el Renatre. Todavía quedan unos 300 o 400 mil productores itinerantes de esos que van a buscar la cosecha a Balcarce y después se van a Santiago del Estero. La mayoría está registrado.

De todas las producciones del campo, ¿cuál es la que peor está?

El trigo y la leche, esos son los que peor están. Y las economías regionales dependientes del mercado interno con costos altos tienen una enorme distorsión desde que salen de las fincas hasta que llegan al consumidor. Cualquier producto que sea, el consumidor lo paga caro. Como no hay una fijación de precios en un mercado, como es el caso de las peras o las manzanas, ahí están sujetos a lo que hagan los demás mercados concentradores.

Esos rubros son los que están peor. De los que sí tienen precios internacionales como la leche y el trigo, ahí están las mayores distorsiones. Lo más transparente que hay hoy es la comercialización de soja, lo demás tiene fuertes distorsiones. Prueba de esto es que este año va a haber un 48% menos de siembra de trigo y vamos camino a que sigan desapareciendo los productores tamberos. No porque se manden a las vacas a hacer hamburguesas sino porque las vacas se concentran en productores grandes. El que tenía 200 vacas se las vende a quien tiene mil, entonces solo son viables los megatambos.

Foto:blogsdelagente.com