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La sequía recortó la cosecha nacional de soja en casi 19% (unos 10 millones de toneladas menos) y la producción de maíz será 16% menor (4 millones de toneladas menos).

Con estos números, los productores y contratistas deciden cortar las inversiones en capital de trabajo y muchos no renovarán su flota de maquinarias. Por eso, las fábricas de maquinaria vendieron en lo que va del año la mitad de máquinas e implementos que en 2011 y ya amenazan con suspender personal.

Así lo dejó ver el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) José María Alustiza, en declaraciones al portal Infocampo.com.

"Nosotros estamos teniendo un panorama muy negativo. En lo que va del año las ventas no repuntan, tenemos caídas que superan el 50% y en sectores puntuales es aún mayor”" indicó el dirigente que, según el medio, aseguró además que de continuar esta situación no van a demorarse las medidas sobre los trabajadores.

Los últimos datos oficiales disponibles indican que un negocio que en el primer trimestre de 2011 facturó más de $1000 millones se redujo 17% en facturación en el caso de cosechadoras, tractores, sembradoras e implementos. En cantidad de unidades, la merma fue del 27, 5 por ciento.

El fin de semana, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que se reanudará, hasta fin de año, el beneficio del crédito fiscal del 14% sobre la venta de la maquinaria agrícola, que fue quitado más temprano este año y que impacta directamente en el precio del equipo.

Pese a que la medida era reclamada por los empresarios, aún hay más pedidos. El miércoles, representantes de Cafma se reunirán con la Ministra de Industria Débora Giorgi, a quien le plantearán la necesidad del sector de ser asistido mediante créditos de fomento.

"No podemos seguir sosteniendo esta situación. Están totalmente suspendidas las horas extra. Hay fábricas que tienen paralizadas las nuevas contrataciones y vemos que lamentablemente si esto se agrava, se van a tener que tomar otras acciones"”, expresó Alustiza.

Pese a que la Presidenta ató el beneficio del IVA a que no hubiera despidos, la tensión sigue.

Foto: Martín. G. Álzaga