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Corrales casi vacíos en el mercado de hacienda de Liniers. Y en las Bolsas donde se negocian los cereales, un día sin voceos ni gritos histéricos. Las primeras postales del paro agropecuario nacional lanzado por la Mesa de Enlace mostraron un alto acatamiento de los productores , que volvieron a cerrar filas para criticar a su modo las política públicas para el sector. Hoy, con la realización de asambleas en distintos puntos del interior, esas críticas se volverán a escuchar.

La medida de fuerza, que se superpuso a un cese de comercialización de granos y ganado lanzado en soledad por los ruralistas de Buenos Aires (en protesta por un impuestazo a nivel provincial), comenzó ayer y se extenderá hasta el martes próximo a la medianoche.

Los motivos son muchos, pero pueden resumirse en la presión fiscal sobre el sector (incluyendo el peso de las retenciones); las distorsiones provocadas en los mercados agropecuarios por la intervención del secretario de Comercio, Guillermo Moreno; y la negativa del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar a recibir a la dirigencia tradicional del campo.

El Gobierno, desde aquel duro conflicto por la Resolución 125, sigue empeñado en menoscabar y dañar la representatividad de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace: la Federación Agraria, CRA, Coninagro y la Sociedad Rural. En sintonía, ayer ninguno de sus voceros oficiales hizo siquiera una mención de la protesta. Aunque el ministro Yauhar difícilmente pueda hoy esquivar las preguntas en un cóctel por el día del periodista.

Sin diálogo honesto, los productores acataron masivamente la orden de no mandar hacienda y granos a los mercados. En Liniers hubo apenas unos 700 animales (como resabio de los envíos previos al anuncio del paro), menos del 10% de la oferta habitual. Los precios, frente a la escasez, se dispararon unos 50 centavos por kilo vivo. Por eso los dirigentes rurales salieron ayer a avisar que hay reservas suficientes de carne en los frigoríficos y no debería sentirse desabastecimiento.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, principal plaza de negocios con la soja, se resumió: “Hubo una presencia disminuida de operadores, mientras que algunos compradores, muy necesitados de mercadería, hicieron ofertas de compra a niveles superiores a los de ayer. Aun así, los negocios no aparecieron”. En la Bolsa de Cereales de Buenos Aires fueron más sintéticos: “No hubo operaciones”, informaron.

Al alto acatamiento ayudó, a pesar del intenso frío, la presencia de grupos de productores que controlan el tráfico de camiones en diversas rutas, aunque sin provocar trastornos en el tránsito. Para dar aliento a su dispersa tropa, diferentes dirigentes nacionales comenzarán a participar hoy de una saga de asambleas que se iniciará en Olavarría y Chascomús y continuará mañana en 9 de Julio.

Fotos: La Nación