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Por Matías Longoni

Denunciando un “fuerte deterioro” de la situación del sector agropecuario y de la economía del interior del país, la Mesa de Enlace decidió ayer lanzar un paro nacional agropecuario de una semana. La medida de fuerza comenzó anoche mismo y finalizará el martes próximo. El mandato gremial a los productores es que en ese lapso no se vendan granos o ganado, aunque sí se permitirá el envío de productos perecederos a los mercados.

“Desde la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias advertimos que la situación que atraviesa el sector es grave” . Así, claro y directo, comenzó el documento con el que la dirigencia del campo acompañó el anuncio de su regreso a la protesta. Lo leyó Rubén Ferrero, el presidente de CRA, quien actuó de anfitrión de sus pares de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati; de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi; y de Coninagro, Carlos Garetto.

Solo dos de estos dirigentes (Buzzi y Garetto) lideraban aquella Mesa de Enlace que en 2008 protagonizó uno de los mayores conflictos sociales de la historia argentina, la pelea por las retenciones móviles. El contexto político tampoco hoy no es el mismo. Pero la foto del bloque rural destilaba ayer el mismo tono desafiante al kirchnerismo de aquella época. Biolcati fue quien lanzó el desafío más explícito contra la presidenta Cristina Kirchner, quien había tildado de “avaros” a los productores que no venden sus cosechas.

“No solo la avaricia es un pecado capital. También lo es la soberbia”, disparó el ruralista.

Con más experiencia de la que tenían en 2008, los dirigentes rurales avisaron que mantendrán una nueva reunión el martes próximo, apenas unas horas antes de que concluya el cese de comercialización a nivel nacional de granos y hacienda. Es decir, dejaron abierta la puerta a una extensión de la medida de protesta. No parece ser más que una reserva, un por si acaso, pues los dirigentes enfatizaron su pedido al Gobierno para que constituya una “mesa de discusión política” de los problemas del sector agropecuario. Hasta ahora no tuvieron nada de suerte y ni siquiera fue respondida la carta que el 24 de mayo pasado enviaron al ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, para recordarle que había prometido dialogar con ellos el 26 de enero. La espera no fue dulce, pero se hizo larga.

“Algo está muy mal en el campo y por eso estamos haciendo este llamado de atención.

Estamos mal y vamos peor. (Desde el Gobierno) Se está tomando con ligereza el problema del interior productivo y lo único que quieren hacer, creo que por resentimiento, es silenciar nuestro reclamo”, señaló Buzzi.

El dirigente, no obstante, aclaró que la Mesa de Enlace no pretende ni ser “destituyente” ni desabastecer de productos a la población . “No vamos a ser una coordinadora de partidos opositores, pero tampoco vamos a quedarnos callados. Podrán haber sacado el 54% de los votos, pero si las cosas van mal nosotros tenemos que decirlo, porque representamos a los productores”, agregó el dirigente.

Este paro nacional agropecuario -o “lock out patronal”, como prefieren llamarlo los voceros del kirchnerismo-, diluye y extiende un cese de comercialización de bienes agropecuarios que desde el fin de semana solamente protagonizaban los productores de la provincia de Buenos Aires , y que estaba logrando un muy alto acatamiento. En aquella protesta el principal reclamo apuntaba contra el revalúo inmobiliario lanzado por el gobernador Daniel Scioli. Pero ahora esa queja se fundirá con muchas otras. Y el campo volverá a mostrarse los dientes con su principal y eterno adversario: la Casa Rosada.

Foto: Clarín