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La pérdida de rentabilidad, eje del malhumor de los productores
Caen los ingresos y suben los costos por insumos dolarizados y una mayor presión impositiva.
Por Matías Longoni
Carlos Garetto, el titular de Coninagro, casi no habló ayer en la conferencia de la Mesa de Enlace. Pero con pocas palabras fue quien mejor explicó por qué paran los productores.
“Hay un deterioro importante de la rentabilidad” , indicó. Y luego, con la simpleza de un almacenero, trazó dos líneas imaginarias que van acercando peligrosamente: una de ingresos que caen (ya sea por las políticas de “desacople” o por la sequía) y otra de costos en suba (por los insumos son dolarizados y por la mayor presión impositiva). En medio de tan implacable síntesis existen, sin embargo, múltiples razones que colaboran al malhumor del sector.
1- El “socio bobo” A pesar de la intensa discusión de 2008, el Estado nunca volvió a modificar las retenciones a la exportación. Así, un 35% del valor bruto de la cosecha de soja o 15% de las exportaciones de carne continúan alimentando a las arcas fiscales. Son cerca de US$ 8.000 millones anuales que ceden por igual productores grandes o chicos, pues tampoco se avanzó en la proclamada “segmentación”. Para los chacareros, así, el Estado sigue siendo un “socio bobo” que gana siempre sin correr ningún riesgo.
2- El “dólar verde” Ahora que está de moda el “dólar blue”, los productores recuerdan que desde 2002 ellos cobran con un “dólar verde”, que surge de descontar al dólar oficial las retenciones. Hoy equivale a 2,80 pesos. Esta situación se agravó porque ahora el Gobierno prohíbe comprar dólares oficiales y las importaciones deben pagarse a valor del dólar paralelo, es decir cerca de 6 pesos. Así, los productores necesitan destinar cada vez más soja para adquirir los insumos “dolarizados” que necesitan.
3- El amigo Moreno El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, interviene desde hace años en varios mercados de productos agropecuarios pactando con la cadena comercial y los sectores más concentrados. Así perjudica a los productores de trigo y maíz, restando de sus precios unos 50 dólares por tonelada que no van a parar al Estado sino a las grandes exportadoras o las firmas industriales “amigas” del funcionario, como molinos o avícolas. Se creó así un suerte de “retención privatizada” multimillonaria.
4- Una fábrica sin techo La principal fuente de ingresos de la Argentina se despliega a cielo abierto, depende del clima. Esta año el malhumor rural se agrandó porque una dura sequía provocó que se perdieran no menos de 10 millones de toneladas de soja y otras tantas de maíz. Esa merma fue pareja para toda la geografía agrícola y provoca que los números ahora no cierren para los productores. El Gobierno, lejos de socorrerlos, ni siquiera está “homologando” las declaraciones de emergencia agropecuaria que permiten prorrogar impuestos.
5- Ingresos “congelados” En un escenario de alta inflación, los productores de ciertas actividades como la lechería y las economías regionales están cobrando prácticamente lo mismo que hace uno o dos años. En la caso de la leche, donde los costos subieron 25%, se cobra 1,50 pesos, 10 centavos menos que hace doce meses. Y las industrias ni siquiera aplican un 7% autorizado por Guillermo Moreno.
6- Impuestazos provinciales Con leyes impositivas, el entrerriano Sergio Urribarri y el bonaerense Daniel Scioli son los primeros gobernadores que buscan recaudar del campo ante el déficit creciente en sus provincias y los cada vez menores giros de dinero desde la Casa Rosada.
Fotos: Clarín
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
Lo resolvió la presidenta del directorio de gestión y funcionaria cercana al gobernador Axel Kicillof, Jimena López; se seguirá en el trabajo de una próxima licitación; había incertidumbre sobre la continuidad luego que trascendiera un supuesto interés del gobierno provincial de controlar un 30% de la operatoria. LA NACION - 26/09/2024
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