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Por Pablo Adreani.

Sucede que China necesita por lo menos 56 millones de toneladas de poroto de soja (algunas fuentes ya están considerando que podría necesitar 2 o 3 millones más), con lo cual pretende elevar su demanda, desde los 52,34 millones del ciclo anterior, cuando la oferta global se achicó en algo más de 24 millones de toneladas. Y esto es así considerando el estimado del USDA de 45 millones de toneladas para la producción de soja de la Argentina. En este sentido, la última estimación de AgriPac es de 40 millones de toneladas.

En el caso de nuestro país, párrafo aparte merece el efecto devastador de la sequía sobre el NOA y el NEA, con rindes promedio de 12 y de 10 qq/ha, respectivamente, de acuerdo al informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Con este nivel de rendimientos, la mayoría de los productores entra en rojo y se da el insólito caso donde el Estado sigue recaudando y ganando en concepto de retenciones (35%), mientras los productores se siguen fundiendo.

Cóctel explosivo

Por estos días, el mercado olfatea que las cosas no funcionan bien: muy bajos rindes en la Argentina; menor oferta global de poroto de soja; mayor molienda en naciones no productoras y mayor demanda de aceite en países no procesadores. Como vemos un cóctel explosivo. Y esto sólo se calma con expectativas de una muy buena cosecha en los EE.UU. y una buena intención de siembra de soja en América del Sur. En resumen, buen clima durante el desarrollo de las siembras y la evolución de los cultivos.

Por el solo efecto de vasos comunicantes, los compradores de aceite de soja se dan cuenta que la oferta global será mucho menor ante la mayor demanda de poroto de soja, en un momento en que la torta se achica. Esto lo ha venido demostrando China, acelerando el volumen de compras tanto desde los Estados Unidos como desde Brasil y la Argentina. Por otra parte, las exportaciones de soja de EE.UU. en la última semana superaron los 1,4 millones de toneladas, mientras que la expectativa del mercado era de 1,1 millón.

El cierre del valor de la soja en el mercado disponible y en el Mercado a Término de Buenos Aires fue anteayer de $ 1560 y de US$ 354 por tonelada, mientras que la posición agosto quedó en US$ 360. Como muchos productores, nos preguntamos si estamos a mitad del ascenso de la montaña rusa o cerca de la cima. Queda todavía mucho camino por recorrer, empezando por el comportamiento del clima durante la siembra, la madurez y la cosecha en el continente americano. El ciclo se inicia en EE.UU., hoy en pleno período de siembra, y continúa, en agosto, con las siembras en América del Sur.

A ello se agrega el agravamiento de la crisis económica en la Unión Europea, impactando en la economía de Alemania, Inglaterra y Francia, luego de haber hecho estragos en España, Italia y Grecia. Y se suma el rumor de que China estaría disminuyendo su ritmo de crecimiento económico. Con todo este cóctel alcista, los fondos se vienen haciendo un picnic, con el axioma universal del mercado que dice: "Toda posición comprada se beneficia con una suba de los precios". Y aquí es donde nos queda la duda si el valor de la soja esta a la mitad del ascenso o si, por el contrario, se aproxima a la cima.

En definitiva, la tendencia de los precios actuales y los futuros tiene como una de las principales variables la evolución del clima. Y el primer país que deberá sortear este factor es EE.UU., donde ya se proyecta una baja en el área sembrada con soja de 500.000 hectáreas, un equivalente a 1,5 millones de toneladas menos en la oferta global, sólo compensada con un clima excelente durante la evolución de los cultivos, que garantice mayores rindes que en el ciclo anterior.

Fotos: Martín. G. Álzaga