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Integrantes de un grupo de fleteros y estibadores que venía desarrollando una medida de fuerza en el Puerto de Buenos Aires decidieron deponer su actitud, según anunció Raúl Vázquez, uno de los voceros.

"Pasamos a un cuarto intermedio", dijo en declaraciones a radio 10, en tanto, otro dirigente, de los choferes de corta, media y larga distancia para servicios portuarios, Fabián Reina, explicó que la medida surgió "por la baja de actividad" tras la Resolución 3252/12", que establece la declaración jurada anticipada de las importaciones.

Sin embargo, no todos los operadores de comercio exterior dentro de las terminales portuarias estuvieron de acuerdo con la decisión de realizar bloqueos.

Desde el sector de los despachantes, interpretaron hoy en declaraciones a Télam, que se trató de "un lock out patronal" debido a que "si bien es cierto que bajó la actividad por el control a las importaciones, de ninguna manera hubo despidos y suspensiones de personal como afirman esos sectores".

Juan Carlos Pereira, directivo de la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA) -que además se desempeña como despachante de Aduana- dijo a esta agencia que "nunca entendí esa movida donde no participaron todos los sectores que dicen en los diarios".

"Fue insólito porque nunca pensamos en un paro, y menos por tiempo indeterminado. Es una medida infantil que no es compartida al menos por los grandes gremios del sector", explicó Pereira.

El despachante agregó: "Ellos piden que Moreno destrabe el control y los que traban las actividades son ellos".

Explicó que "es cierto que hubo inconvenientes en las terminales como consecuencia de varios factores, entre ellos el sistema de declaración jurada anticipada, la resolución 3252, a lo que se le sumó otra decisión administrativa de controlar con un inspector y una junta las mercaderías ingresadas".

"Esto, por supuesto, generó demoras y de alguna manera colapsó en un momento la actividad, demoró más el movimiento habitual de los contenedores, pero se trata de un sistema que recién se está implementando y como toda cosa nueva, llevará sus tiempos", dijo.

Por eso se mostró partidario de que "los controles a las importaciones se hagan para preservar justamente el trabajo", y recordó que "en el 2000, ó el 2001 sí, estábamos mal los despachantes, porque cuando todo ingresaba sin ningún control nadie cobraba un sueldo e igual, no se vendía nada".

"Hay una merma de la actividad pero la mercadería que es rechazada por lo general tiene que ver con la que es igual que se produce acá y daña la industria nacional. Yo creo, que son sectores aislados, que en definitiva, se quejan de llenos", finalizó Pereira.}

Fotos: BCR