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Zona de riesgo: tractorazo y una nueva rebelión fiscal
Ahora tanto la economía como el agro y los productores están jugando en la zona de riesgo, sobre los mismos límites. "La calentura que tienen los productores entrerrianos es equivalente a la de 2008", arriesga el diputado nacional (UCR) Jorge Chemes después de haberles tomado la temperatura a aquellos que abrieron las boletas correspondientes al adelanto del impuesto inmobiliario, que llegó con aumentos del 600%.
Por Félix Sammartino
A ciencia cierta no se sabe si el termómetro de Jorge Chemes esta bien calibrado, pero de lo que no hay dudas es que, al igual que 2008, se trata de una rebelión fiscal. El gong del primer round sonará pasado mañana con el tractorazo que organiza la Mesa de Enlace provincial. En lugar de pagar el primer anticipo del impuesto, los productores se tomarán el día para desfilar en Paraná frente a las narices del gobernador Sergio Urribarri. Como les sucede a muchos de sus otros colegas provinciales, las cuentas fiscales se le han desmadrado: el déficit en estos primeros meses de 2012 suma alrededor de 1000 millones de pesos.
Esta situación fiscal fue la que determinó que el gobierno entrerriano se decidiera a tensar la cuerda al máximo: dejaron sin efecto las subas del 90% que venían negociando con las entidades rurales para pasar directamente a un rango de aumentos que va del 200 al 700%. "Es un manotazo de ahogado y una trampa. Cambiaron la metodología de cálculo del impuesto y en lugar de tomar el promedio de precios de los últimos años cinco años, calcularon en base a las subas del último año", se indigna el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Echevehere.
La protesta desatada en Entre Ríos puede llegar a desparramarse en Santa Fe y Buenos Aires, que todavía no han decidido los aumentos de este año. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) ya hizo saber que después de sufrir los estragos de la seca, los productores recibirían muy mal cualquier aumento de impuestos. "Diecinueve de las 29 millones de hectáreas que tiene la provincia están en emergencia y desastre agropecuario", cuantifican.
Hay un patrón de conflicto que se repite: necesidades fiscales extremas y acuciantes y productores que muestran signos de agotamiento para seguir soportando aumentos en la carga fiscal. Un trabajo de Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, encuentra explicaciones al malestar y la bronca. Compara el excedente neto que le quedaba a un establecimiento promedio de la región pampeana en 2004 con lo que puede disponer hoy. Concluye que a pesar de que la soja mayo 2012 vale un 43% más que la de 2004, y en el maíz la diferencia es del 80%, debido a la combinación de impuestos y restricciones a las exportaciones la rentabilidad de la explotación termina siendo menor, casi la mitad. Teniendo sólo en cuenta la carga impositiva por las retenciones y el Impuesto a las Ganancias, en 2004 la explotación en cuestión transfería al Estado el 59,1% de su excedente neto mientras que en la campaña 2011/2012 la transferencia representa el 72,3%. Es decir que los productores de la pampa húmeda ceden al fisco casi 3 de los 4 pesos que generan después de afrontar los riesgos de la actividad. Y vale aclarar que en estos cálculos no se incluyen las otras obligaciones impositivas, como el impuesto inmobiliario en cuestión, los bienes personales o las tasas viales.
Pero no sólo en la recaudación impositiva se esta jugando en los límites. Hay otras cuestiones que se ven alteradas con esto de llevar las cosas a un extremo.
Por ejemplo, la pérdida de competitividad en los mercados externos por efectos de la inflación. Ya por octubre del año pasado los fabricantes de maquinaria agrícola se encontraron con la imposibilidad de seguir trasladando aumentos a sus listas de precios en dólares. Ahora le llega el turno a otros, como al empresario molinero que después de ser parte de la comitiva a Angola les cotizó la harina de maíz a 400 dólares la tonelada, un precio con el que no ganaba un centavo sino que mantenía el giro de los negocios. "Tengo ofertas de 370 dólares", le respondieron. Claro, antes el empresario molinero había imputado en su estructura de costos un incremento del 20% en los salarios.
"En los últimos meses hay una gradual y constante desaceleración de las exportaciones argentinas", advierte Marcelo Elizondo, director de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).
Tanto se juega al límite que se logró alterar hasta la paciencia hindú. Ram Viswanathan, embajador de la India, uno de los mayores compradores de aceite de soja argentino, con una balanza comercial altamente deficitaria, advirtió que este año comprarán menos en represalia a la política proteccionista que lleva adelante el Gobierno.
Aliados que se ponen en la vereda de enfrente: esto ya es cruzar los límites.
Fotos: Martín. G. Álzaga
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
Lo resolvió la presidenta del directorio de gestión y funcionaria cercana al gobernador Axel Kicillof, Jimena López; se seguirá en el trabajo de una próxima licitación; había incertidumbre sobre la continuidad luego que trascendiera un supuesto interés del gobierno provincial de controlar un 30% de la operatoria. LA NACION - 26/09/2024
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