Gacetillas

La cebada tuvo un espacio destacado en A Todo Trigo 2011, el congreso organizado por la Federación de Acopiadores de Cereales que se está realizando en el Hotel Sheraton de Mar del Plata. El viernes 6 de mayo, Mario Cattaneo, gerente de desarrollo de SABMiller Argentina, abordó las novedades en cultivos y variedades de este cereal, que en los últimos diez años ha crecido en Argentina a un ritmo promedio de cien kilos por hectárea por año, y con dos millones de toneladas en la última campaña, comienza a constituirse como un complemento sumamente interesante para el invierno.

En su opinión, están dadas las condiciones para que la cebada siga creciendo en nuestro país, ya que cuenta con áreas disponibles para el cultivo, excelentes condiciones ecológicas y disponibilidad de tecnología, mercados importantes y crecientes de cebada y malta en Latinoamérica, calidad de cebada y malta acordes a los requerimientos del mercado mundial y posibilidades de crecimiento de la capacidad instalada de malta.

Sin embargo, consideró que el crecimiento se debe dar en la medida que pueda ser controlado, ya que se deben abastecer los mercados exportadores y asegurar la calidad de la producción. Opinó, además, que es necesaria la integración de la cadena, y que es sumamente importante, para lograr un crecimiento sostenible, ser responsables en el cumplimiento de los compromisos, “es decir, cumplir con las exportaciones que ofrecemos, con la calidad y los protocolos de exportación”.

Observando el cultivo

Entre sus ventajas, mencionó la posibilidad de rotar con trigo, porque no comparten las principales enfermedades, su buena cobertura en siembra directa y mayor tolerancia a heladas en floración. “Es un cereal con menor riesgo a fusarium, tiene respuestas tecnológicas importantes y mayor tolerancia a salinidad y estrés hídrico”, indicó Cattaneo.

Por el contrario, entre sus desventajas señaló que tecnológicamente está por debajo del trigo, un mayor riesgo de vuelco en buenos ambientes, alto riesgo de desgrane si se atrasa la cosecha o ante viento fuerte; la menor existencia de variedades disponibles y menos información técnica zonal, en comparación con el trigo.

El especialista señaló la importancia de atender a las fechas de siembra, donde lo recomendable es buscar fechas tempranas que permitan contar con espigazón después del período medio de la última helada, aunque hay que cuidar que no sean tan tempranas como para que las heladas lo afecten seriamente.

Respecto de las densidades de siembra, recomendó entre 200 y 350 plantas por metro cuadrado, ya que como su destino va en un 80 por ciento a la exportación, se hace importante lograr calidad. “Una densidad superior genera más vuelcos y menos llenado de granos, mientras que bajas densidades generan poca uniformidad en el cultivo, en el tamaño de grano y en el contenido de proteína”, profundizó.

Poca diversidad varietal

Cattaneo expuso que la situación con las variedades no se ha modificado sustancialmente en los últimos años. “Si hace veinte años había una relación 70 – 30 con dos variedades, actualmente sigue habiendo una dependencia varietal: el 75% sembrado en la campaña 2010/2011 es de Scarlett, aunque algunas variedades están creciendo, como la Shakira”. De hecho, de acuerdo con la red de cebada que coordina el INTA Bordenabe, el promedio de seis localidades bonaerenses expuso que Shakira estuvo un poco por encima de Scarlett en rendimiento.

Asimismo, indicó la importancia de tener en cuenta la diferencia de respuesta de las variedades, a los ambientes y a las fechas. Las europeas son menos sensibles a fotoperíodo y más a termoperíodo, mientras que sucede lo inverso en el caso de las variedades nacionales. Por esta razón destacó que si se utilizan materiales europeos conviene tener cuidado de hasta dónde se atrasan las fechas de siembra, y consideró conveniente, en esos casos, utilizar materiales nacionales.

Congreso: A Todo Trigo 2011
 
Fecha: