Gacetillas

Paraná, Entre Ríos, fue sede, del 16 al 18 de mayo, de la 4ta. Convención Nacional de Acopiadores, un encuentro único que volvió a editarse después de varios años y logró reunir a más de 400 empresarios del acopio de todo el país.

Organizada por la Federación de Acopiadores, la Convención fue realizada a puertas cerradas y sirvió de ámbito para que los empresarios analicen con sus pares los grandes temas que hacen a la agenda del sector acopiador nacional.

Al cierre, el viernes 18, Raúl Dente, asesor general de la Federación; Armando Casalins, asesor técnico; Néstor Teti, asesor impositivo, y Mariano Perosio, asesor legal de la Sociedad de Acopiadores de Granos de la provincia de Córdoba, presentaron públicamente los temas debatidos y sus conclusiones.

Uno de los aspectos que surgieron de este encuentro es la confirmación de que el negocio del acopio requiere de otras actividades conexas para ser rentable. Así lo expresó Dente, para quien “es muy difícil concebir una empresa acopiadora que únicamente haga comercialización de granos”. Por esta razón tomaron relevancia la negociación de insumos, la cercanía con el productor, la logística y el transporte.

“Debemos hacer especial hincapié en el acercamiento a los productores a través del asesoramiento técnico y comercial. Este es un nicho interesante para desarrollar”, dijo Dente.

En las reuniones técnicas también se analizó el nuevo contrato Soja Chicago del Mercado a Término de Buenos Aires y el consultor Enrique Erize, de Nóvitas, recomendó a los acopiadores fidelizar a sus clientes, comprar la cosecha antes de que ésta se haga y ofrecer a los productores otras opciones al precio pizarra.

Sobre el tema transporte, una de las conclusiones más importantes fue que no se puede tener una sola tarifa. Se analizaron los argumentos con los que los transportistas exigen una tarifa mínima obligatoria y se decidió encarar un estudio que permita arribar a un diagnóstico de la situación. “Se toman decisiones y nadie sabe siquiera cuántos camiones hay”, dijo Dente.

En Paraná los acopiadores también debatieron sobre regalías en semillas. La empresa Monsanto acercó su iniciativa sobre este tema y los acopiadores pidieron se garantice la libertad en la negociación de los granos.

La tendencia al asociativismo fue otro de los temas de agenda. Muchas veces el desarrollo de las empresas acopiadoras se encuentra con trabas que tienen que ver con la multiplicidad de tareas que desarrollan, para las que hace falta escala y especialización.

En respuesta a estos desafíos, la Federación de Acopiadores presentó en la Convención su nueva página web (www.acopiadores.com) que viene acompañada de una poderosa intranet que se espera se convierta en una herramienta clave para la profesionalización de las empresas acopiadoras en las múltiples actividades en las que debe competir.

A su turno, Armando Casalins, a cargo del tema plantas de acopio, puso de manifiesto la necesidad de analizar los costos en forma separada, de modo de detectar dónde están las falencias. Dijo que queda claro la necesidad de ganar escala para lograr rentabilidad. “Si a la administración uno le agrega la provisión de insumos, todo se vuelve más positivo”, expresó y recordó la importancia de llevar actualizado el libro de saldos y stocks.

También recomendó incentivar la tarifa de almacenaje, una de las más complicadas para llevar adelante por los acopiadores. Y, sobre las certificaciones medioambientales, comentó que el sector trabaja con el INTI en un plan piloto con tres empresas que en poco tiempo estarán certificando Buenas Prácticas. “Se busca que los acopiadores sepan que certificar es posible y una de las más efectivas formas de atender las nuevas exigencias nacionales e internacionales en materia de cuidado medioambiental”, dijo Casalins.

Sobre las normas administrativas, Néstor Teti aseguró: “somos los más vulnerables desde el punto de vista de las exigencias”. Queda claro que el único documento respaldatorio del transporte de granos son las cartas de porte y el único autorizado a emitirlas es el productor o el acopiador desde donde sale el grano. Seguir el movimiento de existencias de la planta de acopio no debe realizarse solamente por una cuestión fiscal sino porque es clave para el negocio.

“La presión tributaria más importante ya no son los impuestos nacionales sino el desorden que generan las distintas jurisdicciones. Cada provincia tiene sus interpretaciones impulsadas por los fines recaudatorios”, dijo Teti y agregó: “hace dos años hicimos un trabajo donde concluimos que por retención de cualquier índole, el acopio no puede resistir más de un 0.3% del volumen que genera. En la realidad, esto en algunos casos llega al 1%”.

A su vez, en el trabajo en comisiones realizado durante la Convención se acordó debatir a fondo la necesidad de un registro fiscal de operadores de granos en las provincias, se analizó el peso del impuesto de sellos –que en la provincia de Buenos Aires llega al 0.9 %-, se puso de relieve la conveniencia de contar con buenos sistemas de información en los acopios, y de comprender que los negocios terminan cuando se incluyen en el balance, por lo que las distintas áreas de la empresa deben trabajar en forma sinérgica.

Por último, Perosio se refirió a los nuevos regímenes laborales para la actividad agraria, las bolsas de trabajo y la disyuntiva sobre la libertad de contratación, las representaciones sindicales en las empresas y los montos no remunerativos.

“Sobre el nuevo régimen laboral debemos decir que padece de una muy mala técnica legislativa. Por la especificidad que tiene la actividad agraria es necesario que tenga un estatuto particular”, dijo el especialista.

Protagonistas del crecimiento interior

El presidente de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Oscar Montero, acompañó a los acopiadores en el cierre de su Convención. “El acopio de granos tiene su historia ligada al crecimiento de la agricultura y del interior”, dijo Montero y destacó el rol de estas empresas en la ocupación de mano de obra, las inversiones locales y el trabajo en torno a la responsabilidad social. “No somos empresarios de ocasión, tenemos las raíces puestas en nuestro lugar de trabajo. Somos, junto a las cooperativas, la red grande de empresas con raíz local”, dijo.

“Vemos con preocupación el proceso de concentración al que se enfrentan las empresas acopiadoras. En Entre Ríos multiplicamos por 3 la producción pero perdimos el 37 % de los productores. Se están llevando el factor humano de la producción”, dijo Montero, para quien “ya tendríamos que estar superando las 120 millones de toneladas a las cuales hubiésemos llegado con políticas de sentido común”.

En su opinión, el sector acopiador ha dado muestras claras de poder competir en los mercados libres, ofreciendo servicios muy valorados. “La eficiencia de las empresas se pone en evidencia cuando se las ve competir en los mercados del mundo y hacen frente a una gran presión impositiva”, dijo y destacó el rol de instituciones como la Federación de Acopiadores, en la defensa y el fortalecimiento de las empresas. 

Congreso: Convención de Acopiadores 2012
 
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